El plan de reactivación petrolera de Daniel Noboa tambalea antes de las elecciones

Noboa amenazó con cancelar el contrato a menos que Sinopetrol pague una entrada de US$1.500 millones hasta este 11 de marzo.

Aumentar la producción de Sacha proporcionaría ingresos a cualquier candidato que ganara las elecciones.
Por Stephan Kueffner
11 de marzo, 2025 | 06:11 PM

Bloomberg — El plan del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, para revitalizar el mayor yacimiento petrolífero de la nación se está desmoronando mientras lucha por asegurarse la reelección semanas antes de una segunda vuelta.

Desde que el año pasado llegó a un acuerdo para entregar el yacimiento ecuatoriano de Sacha a Sinopetrol, un oscuro consorcio de compañías petroleras extranjeras, Noboa se ha enfrentado a crecientes críticas por su gestión del acuerdo. Su ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, dimitió por ello, según personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser nombradas por discutir asuntos privados. Y su rival por la presidencia, la candidata socialista Luisa González, ha dicho que revocaría el acuerdo si resulta elegida en la segunda vuelta del 13 de abril.

PUBLICIDAD

Aunque la reactivación de Sacha, que es crítica para la alicaída economía ecuatoriana, depende de la inversión extranjera, los críticos que abarcan líneas partidistas han criticado el enfoque de Noboa para encontrar un operador para el activo y han cuestionado si el consorcio -formado por Amodaimi, una filial de la china Sinopec, y Petrolia, una unidad de la canadiense New Stratus Energy Inc.- tiene el efectivo y la experiencia para impulsar la producción.

Lea más: Daniel Noboa deroga decreto que otorgaba amnistía migratoria a venezolanos en Ecuador

En medio de la controversia, Noboa amenazó la semana pasada con cancelar el contrato a menos que Sinopetrol pague un bono de entrada de US$1.500 millones del 11 de marzo, aproximadamente un mes antes de lo acordado. El plazo acelerado supone un reto prácticamente insuperable para el consorcio, lo que ha llevado a los analistas a especular con la posibilidad de que Noboa esté tratando deliberadamente de echar por tierra el acuerdo en un intento por salvar su candidatura tras haber superado a González por tan solo 15.000 votos en la primera vuelta de las elecciones.

“El daño ya está hecho, pero él está limitando sus pérdidas”, dijo Sebastián Hurtado, jefe de la consultora de riesgo político Prófitas en Quito. El exministro de Petróleo, Fernando Santos, calificó por separado el ultimátum de Noboa como “un pretexto para terminar elegantemente las negociaciones”.

La oficina de Noboa no devolvió inmediatamente una solicitud de comentarios, pero el presidente afirmó el plazo durante un acto en Guayaquil el lunes. “Vamos a cumplir nuestra palabra”, dijo sobre el acuerdo, según el diario El Universo. “Si el bono no se paga mañana, entonces no seguirá adelante”.

Lea más: Ecuador: Noboa exige pago inicial a petrolera para cerrar acuerdo por campo Sacha

Aumentar la producción de Sacha proporcionaría ingresos a cualquier candidato que ganara las elecciones, pero los US$1.500 millones prometidos habrían dado a Noboa una inyección fiscal inmediata, independientemente de los beneficios a largo plazo del acuerdo.

PUBLICIDAD

Las autoridades ecuatorianas se han propuesto desde hace tiempo aumentar la producción de Ecuador hasta 1 millón de barriles diarios, pero la inestabilidad financiera, la disfunción burocrática y las disputas con las compañías petroleras extranjeras han obstaculizado el progreso. La producción del principal yacimiento del país ha caído un 15% desde un máximo de 560.000 barriles diarios en 2014. Petroecuador produce el 80% de la producción de la nación y el resto es bombeado por una docena de empresas, en su mayoría extranjeras.

Los críticos del acuerdo con Sinopetrol sostienen que Noboa debería haber realizado una licitación abierta para el campo en lugar de elegir a dedo al consorcio. También están en desacuerdo con el acuerdo de producción compartida, que permitiría a Sinopetrol beneficiarse de toda la producción en lugar de sólo de la nueva producción. Por último, han planteado dudas sobre si New Stratus - que está registrada en Canadá por un puñado de ejecutivos venezolanos y produce solo 1.131 barriles de petróleo equivalente al día - puede mejorar de forma viable el yacimiento de Sacha.

En fecha tan reciente como 2022, Ecuador impidió que New Stratus se hiciera con un campo mucho más pequeño de Repsol SA. Santos, ministro de Petróleo en aquel momento, calificó a la productora de “empresa minúscula incapaz de demostrar capacidad alguna”. Dos años antes, la nación impidió que la propia Sinopec adquiriera Sacha en una licitación. La ley ecuatoriana exige que el comprador de un yacimiento demuestre la misma o mejor capacidad técnica y económica que el vendedor.

Petrolia ha prometido recaudar fondos de terceros para poner sus US$600 millones para la prima, llegando incluso a planear la venta de acciones. Aunque la compañía declinó comentar sobre el ultimátum de Noboa, su gerente general, Ramiro Páez dijo el lunes a Teleamazonas que el consorcio está “haciendo todos los esfuerzos para obtener los fondos como se ha solicitado”, agregando que Noboa los estaba poniendo en una “situación muy urgente”.

Vea además: Campo Sacha: ¿por qué la joya petrolera ecuatoriana divide al país en la antesala electoral?

Representantes de Amodaimi y del agregado comercial de la embajada china en Quito no respondieron a los mensajes.

Lea más en Bloomberg.com