Acuerdo de US$1.400 millones del FMI con El Salvador confirma restricciones al Bitcoin

El Salvador obtuvo un acuerdo con el Fondo con condiciones específicas para la criptomoneda, como la de limitar la participación del gobierno en las actividades relacionadas con Bitcoin.

Una estatua de Bitcoin en una plaza en Ilopango, El Salvador, el miércoles 28 de febrero de 2024.
26 de febrero, 2025 | 08:06 PM

Bloomberg Línea — El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este miércoles su aprobación de un nuevo acuerdo de servicio ampliado (SAF) para El Salvador.

El programa está valorado en US$1.400 millones, y su aprobación permite a las autoridades un desembolso inmediato de US$113 millones.

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El FMI espera que el acuerdo catalice apoyo financiero multilateral adicional, para un paquete de financiación global combinado de más de US$3.500 millones durante el período del programa.

El acuerdo tiene por objeto garantizar que se den las condiciones necesarias para impulsar las perspectivas de crecimiento y la resiliencia del país mediante el fortalecimiento de las finanzas públicas, la acumulación de las reservas externas y financieras y la mejora de la gobernanza y la transparencia.

Además, el programa aborda los riesgos asociados con Bitcoin (XBTUSD), en particular haciendo voluntaria la aceptación de la criptomoneda y limitando la participación del sector público en actividades relacionadas con el cripto y en transacciones y compras de bitcoins, además de garantizar que el pago de impuestos se realice únicamente en dólares estadounidenses.

“En el futuro, los compromisos del programa limitarán la participación del gobierno en actividades económicas relacionadas con Bitcoin, así como las transacciones y compras de Bitcoin por parte del gobierno”, reiteró Nigel Clarke, subdirector gerente y presidente interino del FMI en la nota oficial.

En enero, debido a las presiones del FMI, El Salvador abandonó el uso del bitcoin como moneda de curso legal, menos de cuatro años después de haberse convertido en el primer país del mundo en adoptarla.

Asimismo, con el asesoramiento y políticas del Fondo, El Salvador ha reforzado la transparencia de la billetera electrónica pública de criptomonedas Chivo Wallet, y el Gobierno que preside Nayib Bukele planea reducir gradualmente su participación en este monedero digital.

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Apenas el lunes, el Gobierno sumó siete bitcoins a la reserva nacional del país, lo que elevó la cantidad de monedas disponibles en el Tesoro Público a 6.088, con un valor de US$574 millones al precio de $93.000, según su Bitcoin Office.

Economía salvadoreña, en constante expansión

Clarke destacó que la economía salvadoreña está en constante expansión gracias a la solidez de las remesas y el turismo, y a una situación de seguridad muy mejorada, con déficits externos que se han reducido, la inflación disminuida y con recientes operaciones de gestión de pasivos que han reducido las necesidades de financiación a corto plazo.

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No obstante, El Salvador sigue afrontando profundos desequilibrios macroeconómicos, derivados de un elevado endeudamiento y débiles colchones externos y financieros, así como de obstáculos a la inversión y la productividad.

El programa también propone corregir los desequilibrios macroeconómicos y fortalecer la gobernanza y la transparencia, con el objetivo de impulsar las perspectivas de crecimiento y la resiliencia de El Salvador.

En el marco del acuerdo, el saldo primario mejorará en un 3,5% del PIB en tres años, respaldado inicialmente por una racionalización de la masa salarial, al tiempo que se protegerá el gasto social prioritario y de infraestructura.

Esto a su vez será complementado con medidas para aumentar los colchones del Gobierno y las reservas del Banco Central de Reserva, reforzar la estabilidad financiera, así como con acciones para fortalecer la transparencia fiscal y los marcos anticorrupción y de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (ALD/LFT).

”El programa apoyado por el Fondo se sustenta en una ambiciosa consolidación fiscal favorable al crecimiento, encaminada a situar la deuda pública en una firme senda descendente y a crear colchones fiscales”, dijo Clarke.