Ciudad de México — La ayuda del Gobierno de México a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) no cubre todos los pasivos financieros y operativos de corto plazo, señaló la agencia S&P Global.
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“Si bien la transacción anunciada busca reducir las presiones inmediatas de deuda financiera, esta ayuda financiera no cubre todos los pasivos financieros y operativos de corto plazo de Pemex”, advirtió la calificadora de riesgo crediticio en un comunicado.
El Gobierno de México anunció la venta de deuda con vencimiento a 2030, en forma de títulos amortizables precapitalizados, por hasta US$10.000 millones para aliviar las necesidades de capital de Pemex (BBB, estable), presionada por sus significativos vencimientos de deuda y una producción petrolera que ha caído a los niveles más bajos en cuatro décadas.
Hasta el 31 de marzo de 2025, Pemex reportó vencimientos de deuda por US$6.400 millones para este año, además de US$20.000 millones en deuda con proveedores, incluyendo montos vencidos y corrientes.
“Nuestra expectativa sigue siendo que la empresa afronte un déficit de fuentes de efectivo con respecto a sus necesidades de efectivo durante los próximos 12 meses”, agregó la agencia.
La agencia señaló en el documento que la estructura seguirá estando “altamente apalancada”, con un índice de deuda a EBITDA esperado muy por encima de cinco veces en 2025.
“Por lo tanto, en nuestra opinión, sigue dependiendo del apoyo soberano”, añadió.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, dijo que la transacción es para las amortizaciones e intereses que Pemex tiene que pagar este año.
“Es un esquema muy trabajado por la Secretaría de Hacienda. Se ha hecho en otras ocasiones y se está apoyando para particularmente los vencimientos de este año”, declaró la mandataria este miércoles durante su conferencia de prensa en la Ciudad de México.
El Gobierno de México, a través de la entidad Eagle Funding LuxCo. venderá las notas precapitalizadas, un instrumento financiero utilizado por empresas de seguros conocido como P-Caps, y utilizará los recursos para comprar una cartera de deuda del gobierno de Estados Unidos, incluyendo bonos del Tesoro.
Luego Pemex tomará la cartera y la usará como garantía de los préstamos en el mercado de recompra.
Si Pemex no puede pagar los préstamos, los bancos embargarán la garantía y quedarán indemnes. Si eso ocurre, los inversionistas en P-Caps perderían su garantía y terminarían con deuda soberana de México, según una presentación a la que tuvo acceso Bloomberg News.
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La petrolera mexicana dirigida por Víctor Rodríguez Padilla arrastra una abultada deuda financiera de US$101.100 millones mientras su producción petrolera se encuentra en los niveles más bajos en cuatro décadas y su negocio de refinación enfrenta significativos retrasos, incluida la puesta en operación a máxima capacidad de su nueva refinería Dos Bocas desde julio de 2022.