Ciudad de México — Víctor Rodríguez Padilla, CEO de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), advirtió que la dependencia de gas con Estados Unidos es un problema de seguridad nacional para México ante la ruptura económica entre ambos países, durante un evento en el Senado.
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El directivo señaló que las importaciones de gas estadounidense no solo es dependencia “simple” sino “vulnerabilidad”, porque México produce más del 60% de su electricidad con este combustible y si Estados Unidos cierra la llave, el país “se queda a oscuras”.
“¿Quién nos garantiza que nos lo van a dar (el gas) eternamente? sobre todo con los cambios que hay en los Estados Unidos. Es un problema de seguridad nacional el que tenemos”
Víctor Rodríguez, CEO de Pemex
El directivo estimó que México importa aproximadamente 7.000 millones de pies cúbicos diarios de gas desde la principal economía del mundo por ducto y, según sus cálculos, el país ha importado hasta 96% del consumo desde Estados Unidos. Aunque Pemex produce 3.500 millones de pies cúbicos diarios, su autoconsumo solo deja al mercado mexicano 1.500 millones.
El CEO de Pemex citó dos episodios en los que Estados Unidos cortó el suministro de gas a México, uno en el año 2000, cuando la nación estadounidense suspendió los envíos para resolver los apagones en ciudades de California derivados de una crisis en el mercado eléctrico. El segundo por la tormenta invernal en Texas en 2021 que paralizó a la industria del estado y disparó los precios hasta en 600 veces.
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La dependencia de gas, según Rodríguez Padilla, fue creada por una política de integración energética con Estados Unidos tuvo como contexto la integración económica en la región, un proceso que se consolidó a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica en la década de los años noventa.
“Pero esa integración se está rompiendo. No es la misma”, sostuvo.
A pesar de tener el acuerdo comercial T-MEC, Estados Unidos ha impuesto aranceles a productos mexicanos como forma de presión para frenar el tráfico ilegal de drogas y el fenómeno migratorio, pero también como parte de una política nacionalista que busca relocalizar inversiones en el país gobernado por Donald Trump, especialmente en la industria automotriz.
Actualmente el precio del gas por ducto oscila los US$2,5 por millón de unidades térmicas británicas, mientras que el costo sube a US$11 en el caso del gas natural licuado que llega por barcos. “Es brutal la diferencia”, dijo.
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Los comentarios de Rodríguez Padilla surgen de la presentación de la estrategia de Pemex 2025-2035 que contempla evaluar todo el potencial de gas que tiene el país, incluidos yacimientos no convencionales que requieren fractura hidráulica, una polémica técnica por sus efectos contaminantes conocida como fracking.
“El fracking que ustedes conocieron es muy distinto en la actualidad, nosotros no vamos a hacer eso, vamos a aprovechar todo el desarrollo tecnológico que ha ocurrido", comentó.
El directivo expresó que su obligación como CEO de Pemex es buscar los hidrocarburos que necesita el país donde estén.
México, declaró el doctor en energía, ha explotado la mitad de sus recursos petroleros, y aún tiene 64.000 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en recursos no convencionales y casi la mitad de esa cifra es gas.
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“El potencial está allí. ¿Qué hacemos, lo dejamos, seguimos con los yacimientos que tenemos y seguimos con la dependencia de Estados Unidos de gas?“, cuestionó ante legisladores.
Rodríguez Padilla mencionó que México tardará de dos a tres décadas en llegar al pico de demanda de hidrocarburos, pues el gas y petróleo representa 88% de la demanda nacional de energía, según estimaciones de la Secretaría de Energía (Sener).
El martes 5 de agosto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y su equipo presentó un plan financiero y operativo para mejorar la salud de Pemex de largo plazo, ante una deuda financiera de US$98.800 millones y la producción petrolera más baja en cuatro décadas.
