Ciudad de México — Petróleos Mexicanos, la petrolera estatal conocida como Pemex, pagará más de US$2.600 millones por un contrato de servicios a Grupo Carso, propiedad del empresario mexicano Carlos Slim Helú, para el campo de gas Lakach en el Golfo de México.
El vigente Contrato de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (CSIEE) Lakach, firmado por Pemex con la subsidiaria de Carso, GSM-Bronco, considera un monto de MXN$48.792 millones, unos US$2.650 millones, de acuerdo con información de la petrolera mexicana revisada por Bloomberg Línea.
El 5 de julio de 2024, Carso reportó que la inversión en el yacimiento sería de US$1.200 millones en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Ángel Cid, encargado de la división de Exploración y Producción de Pemex, dijo en una llamada con inversionistas, en julio de ese año, que la cifra de inversión subiría a US$1.884 millones, un 57% más del monto inicial.
El contrato de Lakach es el más grande entre Grupo Carso y Pemex por encima del reciente contrato que firmaron a finales de septiembre ambas compañías para el yacimiento terrestre Ixachi, valuado en US$1.991 millones.
La fecha del inicio del contrato de Lakach fue el 25 de junio de 2024 y la conclusión está definida para el 4 de enero de 2042. La producción comenzará en diciembre de 2026.
Bloomberg Línea consultó a Pemex y Grupo Carso sobre el esquema de pagos del contrato, pero no obtuvo respuesta.
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El modelo de contrato
El esquema CSIEE nació en el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) como un híbrido entre el modelo contractual previo a la apertura del sector en 2013, en el que Pemex solicitaba un servicio de perforación asumiendo todo el riesgo, y el de las subastas de bloques petroleros posterior, donde las compañías absorben todo el riesgo de capital en la búsqueda de hidrocarburos, pero también capturando parte de la renta petrolera.
Luego de cancelar dos subastas programadas, el Gobierno de López Obrador y Pemex trataron de generar un modelo donde el Estado mexicano no pierde la operación de los yacimientos, pero con mayor acceso a beneficios derivados de la producción para los contratistas privados, comentó en entrevista Ramón Massieu, abogado asociado de la firma Toeppich and Asocciates.
“La renta que recibirían sería una fórmula variable a partir de la eficiencia que logren en el campo y el Flujo de Efectivo Disponible (FED) de los contratos con el fin de atraer a las grandes empresas que ya no podrían participar en las rondas”, agregó.
En otras palabras, el proveedor de servicios de Pemex asume los gastos de capital y operativos a cambio de una compensación monetaria, de acuerdo con una publicación Norton Rose Fulbright, una firma legal de origen británico.
La compensación del prestador de servicios es un porcentaje mensual del Flujo de Efectivo Disponible que se obtiene restando los ingresos del proyecto, impuestos, derechos y otros costos irreducibles tales como el acondicionamiento, transporte y mano de obra.
El modelo “no ha sido exitoso” y le ha costado “mucho trabajo” al Gobierno mexicano adjudicar los CSIEE en yacimientos como como Cinco Presidentes, Cuitláhuac y Lakach, dijo Ramón Massieu, porque no limita a los contratistas a una tarea específica pagada, pero tampoco permite gestionar el riesgo y capturar todos los beneficios.
“No ha sido un modelo exitoso y el Gobierno está muy consciente de eso”, agregó Massieu, quien fue el abogado general de la extinta Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), regulador petrolero de México.
En el caso de Lakach, formó parte de un acuerdo previo entre el Gobierno mexicano con la estadounidense New Fortress Energy para su desarrollo, que no prosperó.
Una de las razones que ve Massieu en la entrada de Grupo Carso a Lakach es que la compañía tiene una alta disponibilidad de capital con un apetito fuerte por el sector con la compra de dos campos marinos a la familia Baillères, una participación importante en el yacimiento Zama, además de bloques terrestres subastados en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).
El director de Finanzas y Administración de Carso, Arturo Espínola, dijo recientemente en una llamada con analistas que la empresa también quiere participar en los contratos mixtos, el nuevo modelo de la presidenta Claudia Sheinbaum para inversiones del sector privado con Pemex, porque hay más posibilidad de pago.
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Riesgos de un campo complicado
Lakach es un yacimiento de gas húmedo en aguas profundas con una profundidad promedio de 3.200 metros, descubierto en 2007 durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón. Se encuentra a 98 kilómetros al sureste de la ciudad de Veracruz.
Pemex estimó recuperar de Lakach un volumen de reservas probadas por 848.000 millones de pies cúbicos de gas, equivalentes a 149 millones de barriles petróleo crudo equivalente a lo largo de los 15 años de vigencia del contrato, según su reporte anual de 2024 enviado a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por su sigla en inglés).
El contrato entre Carso y Pemex estima que la producción comience en diciembre de 2026.
En enero de este año, el empresario mexicano más rico de América Latina reconoció la complejidad de Lakach ante la falta de una tubería a 900 metros de profundidad para poder extraer el gas, una labor que pocas empresas en el mundo realizan.
“Es un proyecto complicado que tiene que ser hecho por grandes técnicos. Hay uno, dos, tres máximo, que se dedican a eso”, declaró en una conferencia de prensa el magnate con una fortuna de US$111.000 millones, según el Bloomberg Billionaires Index.
Massieu consideró que uno de los principales riesgos del contrato es la alta complejidad geológica del campo marino y los requerimientos de inversión, tecnología y capacidad operativa que demanda claridad en el tipo de esquema comercial, obtención de ingresos, su reparto y flujo, en un entorno en el que grandes jugadores privados han salido del negocio mexicano ante la falta de descubrimientos comerciales.
La apertura petrolera de México provocó la llegada de empresas internacionales como BP, Chevron y Shell al país, pero tras años de exploración y la falta de un descubrimiento explotable, comenzaron a devolver los activos, con algunas excepciones como el caso de la española Repsol.
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Otro riesgo importante sobre este tipo de contratos es el hecho de trabajar con Pemex ante sus “conocidas” dificultades financieras, de acuerdo con Massieu.
Pemex arrastra a una abultada deuda financiera de US$98.800 millones, además de impagos a proveedores y contratistas por US$22.800 millones hasta junio de este año, según su reporte trimestral más reciente.
El Gobierno ha implementado un profundo rescate de US$50.000 millones para que Pemex pague sus compromisos de 2025 y 2026 y cubra sus obligaciones por sí sola a partir de 2027.
Massieu dijo que Lakach es un proyecto que, si logra librar los retos financieros y técnicos, puede ser “muy interesante” por las reservas tan grandes de gas que tiene y ese mercado en México tiene “muchísimo potencial”.
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