Ciudad de México — Fitch Ratings mejoró de nuevo la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos, empresa estatal conocida como Pemex a BB+ desde BB con perspectiva estable, un escalón por debajo del grado de inversión y retiró la de Observación Positiva.
“La mejora se produce tras la exitosa ejecución por parte de Pemex de una oferta pública de adquisición por US$9.900 millones en ocho series de valores, financiada con fondos del gobierno mexicano”, señaló la agencia en un comunicado.
El grado de inversión se traduciría en un menor costo de endeudamiento para Pemex frente a su meta de asumir las obligaciones financieras por sí sola en 2027.
México ha adoptado medidas legislativas que permiten a Pemex compartir el límite de deuda con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para abordar “significativamente” el apalancamiento y el costo de financiamiento de la empresa, agregó la calificadora en el documento.
El Gobierno mexicano puso en marcha un ambicioso plan de rescate para la petrolera más endeudada del mundo. La estrategia contempla emisiones de notas precapitalizadas del Gobierno, recompra de bonos, un fondo de inversión e inyecciones de capital por un total de US$50.000 millones.
Fitch elevó previamente la nota de Pemex en agosto de 2025, tras el anuncio del primer apoyo del Gobierno con las emisiones, seguida por la agencia Moody’s.
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El nuevo nivel de calificación de Pemex está en la frontera del grado de inversión que Pemex perdió en junio de 2019, tras la rebaja a la nota soberana de México y que se hundió posteriormente durante la pandemia de Covid-19, ante un menor nivel de producción y pérdidas multimillonarias en el negocio de refinación.
Pese a la mejora, el Perfil Crediticio Individual de PEMEX es ‘ccc’, lo que refleja que los fondos procedentes de las operación son negativos persistentemente, además de una compresión del flujo operativo (EBITDA) debido a la disminución de los precios y la producción del crudo, la escasez de liquidez y las constantes pérdidas en el negocio de refinación y venta de combustibles.
Pemex registra una deuda financiera de US$98.800 millones y gastos por intereses por US$2.000 millones, mientras su producción de 1,6 millones de barriles diarios es la más baja en cuatro décadas y su negocio de refinación enfrenta retrasos desde 2022.
La urgencia de dinero fresco apremia a la compañía mexicana porque el Gobierno prevé que Pemex cubra sus obligaciones financieras a partir de 2027, y aunque la presidenta Claudia Sheinbaum informó que ya concretó 11 contratos mixtos de inversión privada, no ha revelado las compañías ni los activos involucrados.
La calificación de Pemex, señaló Fitch, podría bajar si también se degrada la nota soberana de México, si la capacidad o voluntad de apoyo del Gobierno se debilita, mientras que la mejora podría ocurrir si hay mayor apoyo gubernamental, si mejora la nota de México o una garantía irrevocable de las autoridades mexicanas para cubrir de manera sostenible más del 75% de la deuda de Pemex.
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Esta historia fue actualizada a las 18:24 con adición en el párrafo tres.