Bloomberg — Aunque en México solo hay una planta ensambladora de autos chinos, a su director ejecutivo no le preocupan las amenazas arancelarias de Donald Trump.
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Elías Massri es presidente de la junta directiva y director ejecutivo de Giant Motors Latinoamérica, una empresa conjunta mexicana entre la familia Massri y Grupo Financiero Inbursa, del multimillonario Carlos Slim, que ensambla vehículos de Anhui Jianghuai Automobile Group Corp. en sus instalaciones ubicada en el centro de México.
La planta de Giant Motors ubicada en Ciudad Sahagún, Hidalgo, es un ejemplo de la supuesta invasión china en industrias clave de México, como la automotriz y la electrónica, que ha irritado a Trump. El presidente electo ha amenazado con detenerla imponiendo aranceles adicionales del 10% a los productos procedentes de China y del 25% a todos los productos que vengan de México y Canadá.
Esto ha ejercido presión sobre el gobierno de Claudia Sheinbaum para que frene las inversiones chinas. Pero si Trump espera una victoria fácil, podría verse sorprendido por la resistencia de empresas como Giant Motors, de Massri.
“Si nos cambian las reglas, estamos listos para jugarlas”, aseguró Massri desde sus oficinas en el distrito financiero de Santa Fe, en Ciudad de México.
El ejecutivo mexicano dijo que su empresa de casi dos décadas ya resistió la primera ola de aranceles de Trump en 2018, una pandemia mundial en 2020 y ayudó a marcar el comienzo de una ola de inversión automotriz china después de establecer la primera y única planta que ensambla vehículos chinos en México.
“Han sido muchas batallas y no hemos dejado de invertir lo que se requiere y las utilidades generadas”, afirmó.
Giant Motors comenzó a producir alrededor de 8.000 vehículos JAC en 2019 en México. Tras recuperarse de la pandemia, duplicó el volumen en 2021. A Giant Motors le ayudó en gran medida el hecho de que JAC no se vio afectada por la escasez mundial de chips gracias a su extensa cadena de suministro.
Según Massri, si la empresa tuviera que hacer frente a nuevos aranceles, podría abastecerse de componentes y autopartes en países con condiciones comerciales favorables.
“Hay tratados de libre comercio de México con muchas partes del mundo que no entran en esta situación”, sostuvo.
Después de que Giant Motors comenzó a vender automóviles JAC en México en 2017, los consumidores mexicanos se volvieron más abiertos a comprar vehículos chinos, ya que los modelos mostraban avances en calidad y tecnología, explicó Massri. Eso ayudó a que marcas como BYD Co., SAIC Motor Corp. Ltd, Chery Automobile Co. Ltd. y Great Wall Motor Co Ltd. llegaran a México, y muchas de ellas han anunciado planes para abrir plantas en el país.
Esta tendencia hizo sonar las alarmas en Washington, donde algunos funcionarios de los gobiernos estadounidense y canadiense expresaron su preocupación por la posibilidad de que los automóviles chinos ingresaran a EE.UU. utilizando México como puerta trasera.
Como consecuencia, las inversiones se paralizaron. BYD postergó planes de construir una planta en México hasta después de las elecciones estadounidenses. El mes pasado, Sheinbaum dijo que el gobierno no ha recibido ninguna propuesta “firme” de ninguna empresa china para construir una planta de vehículos eléctricos.
Sin embargo, estas preocupaciones no inquietan a Massri. Las ambiciones de Giant Motors se centran estrictamente en el mercado mexicano, y la empresa no caerá en una provocación intentando exportar vehículos a Estados Unidos, aseguró.
En cambio, la estrategia de Giant Motors ha sido “mexicanizar” sus autos chinos en el país. La empresa compra kits completamente desarmados de JAC en China y ajusta el diseño de los autos y camionetas en su planta para satisfacer las necesidades del mercado local. Esto incluye la construcción de vehículos con suspensión más alta y motores potentes para el terreno montañoso y las carreteras llenas de baches de México, explica Massri.
Giant Motors espera producir 30.000 vehículos para finales de 2024 y unos 40.000 el año que viene. La capacidad anual instalada de la planta es de 60.000 vehículos. Además de aumentar la producción, Giant Motors tiene cuatro nuevos modelos para 2025 y está construyendo un centro logístico cerca de la planta de Hidalgo.
“No estamos satisfechos con el tamaño”, afirma sonriendo Massri. “Queremos ser más grandes”.
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