Ciudad de México — El Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum podría recibir de Banco de México (Banxico) una bolsa con millones de pesos que ayudarían a aliviar un poco las presiones de deuda y déficit fiscal de las finanzas públicas en 2025.
Las variaciones del tipo de cambio que La significativa depreciación del peso mexicano en 2024 habría generado al banco central ganancias en su balance anual, lo que se conoce como Remanente de Operación de Banxico (ROBM), por lo que después de siete años el Gobierno federal estaría recibiendo estos recursos.
Analistas de Banamex y de un fondo de pensiones estiman que la Secretaría de Hacienda podría recibir entre MXN$110.000 millones y MXN$140.000 millones de Remanente de Operación entre marzo y abril de este año.
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El expresidente Andrés Manuel López Obrador reprochó al banco central para que le entregara un remanente que lo socorriera para reducir la deuda pública, pero contar con esos recursos depende del resultado del ejercicio anual del banco ante las variaciones del tipo de cambio.
El sexenio de AMLO, como se le conoce al expresidente, terminó sin remanente de operación. Pero la historia cambiará en el primer año del Gobierno de Sheinbaum, quien ya se pronunció sobre el tema con un tono distinto a su antecesor.
La presidenta declaró el 9 de enero en su conferencia matutina que Banxico es una institución autónoma y con base en metodologías y normatividad será como valore la procedencia de un remanente.
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Arely Medina y Guillermina Rodríguez, analistas de Banamex, dijeron en una nota de análisis que en 2024 el banco central habría alcanzado una ganancia neta de operación, considerando la fuerte depreciación que registró el tipo de cambio.
Indicaron que el peso mexicano pasó de cotizarse en MXN$16,92 al cierre de 2023 a MXN$20,79 al cierre de diciembre de 2024, lo que implicó una depreciación de 22,86% de la moneda. Durante la primera mitad del año pasado la divisa mexicana se le llamó “el superpeso”, pero después de la elección presidencial comenzó la depreciación.
Las analistas explicaron que una depreciación del peso, frente a la canasta de monedas que componen las reservas internacionales de Banxico, implica una mayor valuación en pesos del stock de esos activos del banco, lo que se denomina ganancia cambiaria.
A la ganancia cambiaria, Banxico debe sumar el resto de sus resultados financieros y restar sus gastos de operación, además de constituir reservas. Medina y Rodríguez estimaron que este año habría margen para que se entregue un remanente de MXN$110.000 millones.
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David Tapia, economista jefe de uno de los fondos de pensiones más grandes de México, proyectó que Banxico transferiría al Gobierno entre MXN$120.000 millones y MXN$140.000 millones de remanente de operación, considerando la depreciación acumulada del peso frente al dólar en 2024 y el comportamiento histórico.
Explicó a Bloomberg Línea que este rango considera la amortización de pérdidas de ejercicios anteriores y la constitución de reservas de capital, elementos clave para mantener la estabilidad financiera del banco.
Tapia estimó que es posible que en 2025 se entregue un remanente de operación importante, destinado en un 70% a reducir la deuda y el resto a fondos de estabilización, como marca la Ley. Sin embargo, advirtió que podría ser insuficiente ante las rigideces del gasto en segmentos como costo financiero y pensiones.
“El remanente de operación que podría entregarse en abril del 2025 podría ser utilizado para facilitar el proceso de consolidación fiscal, el cual, hasta el momento, se antoja complicado”, expuso.
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De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, la última vez que hubo remanente de operación fue en abril de 2017, cuando Banxico enteró a la Tesorería de la Federación una bolsa de MXN$321.653 millones.
En 2017, Hacienda determinó destinar el 70% del remanente a la recompra de valores gubernamentales y a la reducción de colocación de deuda, conforme la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. El 30% restante lo destinó a fortalecer el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios y al incremento de activos del Gobierno federal.
El Saldo de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda, terminó en un nivel de 44,5% del PIB en 2017 con el integro del ROBM; sin estos recursos, la deuda hubiera cerrado en 45,9%.
Asimismo, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del déficit público, terminó en un nivel de -1% del PIB con el integro del ROBM, mientras que sin contabilizar esos recursos el déficit fiscal hubiera cerrado en -2,5%.
Sheinbaum tiene el reto de reducir el déficit de México a 3,9% del PIB en 2025 y avanzar hacia la consolidación fiscal, luego de que AMLO aumentó el gasto y contrató más deuda en el último año de su administración, lo que elevó el déficit fiscal a 6%.
