La esperanza de Pemex en energías renovables recae en un Instituto sin presupuesto federal

El Instituto Mexicano del Petróleo está ayudando a Pemex a desarrollar tecnología renovable para sumarla a sus actividades petroleras

IMP edificio
13 de junio, 2025 | 06:25 AM

Ciudad de México — Una obra de arte casi desconocida por el público decora la entrada al auditorio del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). Solo los empleados y escasos invitados pueden ver el mural Ciencia y Tecnología del pintor mexicano Jorge González Camarena que simboliza, desde 1974, la evolución del pueblo mexicano y su industria petrolera.

A diferencia de otros institutos públicos de energía y aun con la relevancia del sector para los últimos tres Gobiernos de México, el centro de investigación no recibe dinero del presupuesto federal. Para pagar las cuentas, el IMP vende sus servicios de investigación y desarrollo tecnológicos a clientes petroleros, principalmente a la empresa estatal Pemex.

PUBLICIDAD

Este brazo tecnológico se ha convertido en la esperanza de Pemex para diversificar de forma rentable su portafolio con energías renovables, mientras la empresa estatal arrastra la mayor deuda financiera de la industria petrolera, calculada en US$101.100 millones, el declive de su producción hoy en 1,6 millones de barriles diarios y asegurar un futuro menos contaminante que le ayude en su intención de volver a los mercados.

Ver más: Pemex construye condiciones para recurrir al mercado de capitales: Edgar Amador

El equipo de la dirección general del Instituto, encabezada por Elizabeth Mar, recibió a Bloomberg Línea en su sede, al norte de la Ciudad de México, para hablar de sus principales proyectos de energías limpias en los que trabaja actualmente para Pemex, mostrar sus laboratorios y otras innovaciones petroleras que vende a empresas privadas como la rusa Lukoil y la mexicana Diavaz.

La inversión del IMP para los proyectos verdes asciende a MXN$50 millones, unos US$2,5 millones, cifra marginal comparada con los recursos que el Gobierno propuso destinar a energía este año que ascienden a US$57.000 millones (MXN$1,08 billones), que representa 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y 12% del presupuesto de México, según cálculos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

Los recursos, precisa el equipo directivo del IMP, vienen del Instituto y del Fondo Mexicano del Petróleo —creado con la apertura del sector energético a la inversión privada en 2013 — y equivalen a 0,9% del total.

“El inversor va a definir al final del día cómo quiere invertir. Nosotros solos somos un acompañamiento en esta historia. Yo sé que el dinero es finito, por eso planteamos escenarios económicos y tecnológicos para que sepan qué es lo que hay”, dijo en entrevista Mar, la primera mujer que dirige el Instituto fundado hace 60 años, una doctora en ingeniería por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que cuenta con dos patentes nacionales, cuatro internacionales y 18 derechos de autor.

Detalle del mural Ciencia y Tecnología del pintor mexicano, Jorge Gónzalez Camarena, en el auditorio del Instituto Mexicano del Petróleo en la Ciudad de México (Foto: Arturo Solís).

La directora se despide apresurada porque tiene una reunión con Pemex, mientras su equipo se alista para hablar de los avances e instalaciones.

PUBLICIDAD

Proyectos verdes

La nueva dirección de Pemex con Víctor Rodríguez Padilla como CEO, un investigador que dejó la academia para saltar a la política pública, busca el tránsito de la petrolera hacia fuentes renovables mientras intenta revertir las alarmantes pérdidas, presionado por los vencimientos de deuda que suman cerca de US$20.000 millones entre este año y el próximo.

Ver más: Pemex reporta más pérdidas durante 2024 por costos de deuda e impuestos

Con maquetas y prototipos, el grupo de doctores, maestros e ingenieros del IMP explican los proyectos que están investigando para Pemex, dedicados a energías renovables desde que comenzó el Gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien también es científica.

El primero se enfoca en la coproducción de petróleo con energía geotérmica en un pozo productor del campo terrestre Ixachi.

“El acuerdo con Pemex es que se pruebe en un pozo que esté produciendo al mismo tiempo. De allí que se visitó el campo Ixachi”, dijo el director de investigación en exploración y producción del IMP, Gustavo Murillo.

Los pozos geotérmicos convencionales, como los de Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Baja California en Cerro Prieto, son más costosos para aprovechar el vapor de agua porque requieren una perforación, pero la ventaja de un pozo petrolero con una anomalía térmica es que ya hizo la parte más costosa: la perforación.

El yacimiento Ixachi —Grande en lengua náhuatl— ha sido uno de los proyectos prioritarios de Pemex sin importar el partido del Gobierno en turno, desde los expresidentes Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador hasta Claudia Sheinbaum. Pero su profundidad, alta presión y temperatura han causado un desempeño menor al esperado de 80.000 barriles diarios de condensados de gas y más de 700 millones de pies cúbicos de gas, con inversiones estimadas que se dispararon de US$1.500 a US$6.400 millones entre 2018 y 2019 con más de 40 pozos a perforar.

¿Qué ventaja tendría usar energía renovable como la geotérmica en la extracción de hidrocarburos? Pemex autoconsume parte del gas que extrae para producir energía eléctrica por lo que podría comercializar más gas y contaminar menos.

Otro proyecto estratégico de transición energética que el IMP investiga es el aprovechamiento de plataformas marinas abandonadas con el fin de producir energía eólica en el Golfo de México. El IMP ha proporcionado “muchos” estudios de confiabilidad y daño de las plataformas marinas en la zona del estado de Campeche.

México cuenta con 360 plataformas en operación, pero existen 70 cuyo ciclo de vida terminó en evaluación para instalación de aerogeneradores eólicos.

Pemex se va a encargar del potencial de energía eólica y el Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias de transportar esa energía hacia donde sea necesario, para autoconsumo u otro lugar”, dijo Murillo.

El tercer proyecto del IMP busca producir litio en salmueras petroleras, es decir, en agua salada que acompaña la producción de crudo. El doctor explica que el límite con potencial viable de ser explotado comercialmente son entre 70 y 90 partes de litio por millón de solución acuosa.

Los recursos mundiales de litio explotable están concentrados en dos tipos de depósitos: pegmatita en Australia y salares en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y China. Existe un tercer tipo, arcillas, concentradas en México, Estados Unidos y Serbia, pero aún no son explotables.

Ver más: Oportunidad de litio en México se aleja por falta de inversión, tecnología y disputas legales

Junto con Pemex y la recién creada empresa estatal LitioMx, el IMP está realizando análisis químicos de salumeras en los campos Jujo-Tecoaminacán.

Cuestionado sobre la viabilidad de extraer litio en campos petroleros, el doctor cita el caso de Smackover Lithium, una alianza entre la petrolera noruega Equinor y la productora de baterías canadiense Standard Lithium en una formación que abarca los estados de Arkansas y Texas con el fin de producir carbonato de litio en 2028. El consorcio ha recibido US$225 millones del Departamento de Energía estadounidense para la fase uno del proyecto.

El investigador también revela que están trabajando en un proyecto de hidrógeno geológico, también conocido como hidrógeno blanco, y fugas de metano de Pemex “sin descuidar” su actividad para la industria petrolera.

Al preguntarle por el tiempo que tomará terminar las pruebas tecnológicas y escalarlas para una aplicación masiva, Murillo explica que es “muy difícil” emitir una estimación porque son desarrollos nuevos, pero espera ver resultados de dos a cuatro años con la expectativa de concretar alguno de ellos en este sexenio.

Otros proyectos

Aunque el IMP está incursionando en la investigación de tecnología renovable aplicada a la industria petrolera, el núcleo de sus ingresos está en soluciones específicas para optimizar las actividades de extracción y refinación de Pemex y otras compañías privadas.

Por ejemplo, ha diseñado tecnología preventiva para fuga de hidrocarburos en pozos marinos con válvulas de emergencia cuando hay tormentas o huracanes. También han creado mejoradores de flujo, uno de sus productos estrella, instalados en 700 pozos en México que aumentan hasta 30% la producción de gas y reducen la invasión de agua en campos petroleros en al menos 50%.

Válvula titán

En el caso de refinación, el laboratorio de plantas piloto cuenta con 14 plantas, 16 microplantas, equipos de destilación y escalamiento de catalizadores para desarrollar químicos que mejoren la producción de combustibles sin que las empresas tengan que detener la operación de sus complejos refinadores con el fin de probarlos. Los clientes de esta área, además de Pemex, son las empresas estadounidenses ExxonMobil, KBR y la brasileña Braskem, dice Enrique Farfán, jefe del laboratorio.

Uno de los investigadores explica que las empresas privadas llegan al IMP porque ya buscaron en varias partes del mundo y no encontraron apoyo para sus pruebas.

Laboratorio prueba piloto

Ese tipo de pruebas cobran relevancia para México porque Pemex intenta elevar la refinación petrolera para cubrir la demanda de combustibles con la producción nacional de sus refinerías, pero aún importa más de la mitad de los energéticos líquidos que vende y su nueva refinería Dos Bocas sigue sin alcanzar su máxima capacidad.

Ver más: Refinería Dos Bocas logra producir gasolina a una cuarta parte de su capacidad

IMP 1

José Luis Mendoza, jefe del laboratorio de transitometría, se encarga de evaluar productos químicos que eviten la formación de materia inorgánica y bacterias, a través de simular las condiciones de presión y temperatura en las tuberías con equipos diseñados por él y patentados por el Instituto.

El funcionario cuenta que su área ayudó a facturar MXN$380 millones de pesos (US$20 millones), relacionada a una explosión “hace muchos años” de una plataforma petrolera de Pemex en la que hubo muertos, aunque declina detallar cuál.

“Aquí hicimos la investigación y salió el sustento para que la aseguradora pagara la plataforma”.

Actualmente trabaja en una propuesta para el yacimiento Ixachi, con problemas de condensación de gas que impiden la producción, donde busca medir las propiedades del yacimiento y diseñar un producto que permita el paso del gas natural hacia la superficie.

“Queremos ir al campo Ixachi para ayudarles a resolver ese problema”, dijo Mendoza

La visita a las áreas de microscopía y nanotecnología, capacitación y realidad virtual se convierte en una carrera contra el tiempo porque los investigadores deben sacar sus automóviles del estacionamiento para permitir una actividad deportiva.

Recuerdos de viejas glorias

Eduardo Palacios González, jefe del laboratorio de microscopía, sintetiza la importancia del Instituto y su actividad interdisciplinaria que abarca la geología, física, química, biología y matemáticas, a través de la precisión de los datos para ayudar a los clientes en la toma de decisiones basadas en la ciencia.

“Es muy importante tener un estricto control de los datos. Si yo uso datos incorrectos, mis resultados van a ser incorrectos. Hay que garantizar que los datos estén muy cerca de la realidad”.

Microscopio Titán

Los investigadores en múltiples áreas del Instituto recuerdan con entusiasmo las viejas glorias del Instituto hace décadas, cuando incluso capacitaban en sus instalaciones a personal de países como Brasil antes de que se convirtiera en una potencia petrolera, mientras México enviaba expertos petroleros al país sudamericano.

El equipo del IMP, que mayoritariamente inicia y termina su carrera en Instituto, desde becario hasta los altos mandos, considera que aún falta actualizar la transferencia de conocimiento, ser oportunos en la oferta de productos en la industria para seguir siendo autosostenibles y recuperar la relevancia que tuvo la institución a nivel internacional en décadas pasadas.

Siendo no un poco, sino más banal, se necesita más dinero”, comenta uno de los ingenieros petroleros.

PUBLICIDAD