Ciudad de México — México aún cubre más de la mitad su demanda de gasolinas con importaciones, según los datos más recientes disponibles del Gobierno de México, pese a la promesa de autosuficiencia de las autoridades desde 2022.
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El país demandó un promedio anual de 733.000 barriles diarios de gasolinas durante enero de 2025, de los cuales, 397.200 unidades o 53% corresponde a compras en el extranjero —principalmente de Estados Unidos—, mientras que la producción nacional ascendió a 337.000 barriles, según los datos disponibles más recientes de la Secretaría de Energía (Sener).
Petróleos Mexicanos, la empresa estatal conocida como Pemex, concentra la mayor parte de las importaciones de gasolinas en el país con 287.000 barriles por día, mientras que compañías privadas como Valero, Koch y Shell importan más de 110.000 barriles diarios, aunque el Gobierno ha endurecido la entrega de permisos de importación en medio de un complejo combate al contrabando de combustibles.
La petrolera estatal dirigida por Víctor Rodríguez Padilla controla el 85% del suministro de gasolina en el país, a pesar de la apertura del mercado de combustibles a la inversión privada en 2013 con la reforma energética del expresidente priista Enrique Peña Nieto, un modelo debilitado con descuentos por volumen y ayuda en materia regulatoria por parte de Pemex a sus clientes gasolineros.
Las cifras muestran el incumplimiento de la política energética de autosuficiencia en gasolina y diésel, definida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Una de las razones detrás del fracaso es la demora en obras clave como la refinería Dos Bocas que produce gasolina y diésel en niveles mínimos, luego de casi tres años de inauguración en julio de 2022.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer el 5 de marzo que Dos Bocas está produciendo por primera vez sus 100.000 barriles diarios de combustibles, tras enfrentar problemas de sal en el crudo.
Otro factor que ha diluido el objetivo gubernamental ha sido el retraso en la terminación de las plantas coquizadoras de las refinerías Tula y Salina Cruz.
Claudia Sheinbaum, compañera política de AMLO, prometió continuar con el objetivo de su antecesor, pero con algunos cambios en la meta de producción y nuevos proyectos de energía limpia.
Al ser un componente significativo de consumo nacional, el Gobierno de México fijó un precio máximo de la gasolina en MXN$24 pesos tras una negociación con empresarios gasolineros.
El pacto apareció mientras el Congreso mexicano discutía un profundo paquete de leyes secundarias de una reforma energética que beneficia a Pemex como una empresa de carácter de servicio público eliminando el sentido de competencia de la reforma de 2013.
