Ciudad de México — Después de 10,000 soldados desplegados en la frontera, más de 90 toneladas de droga y un récord de 20 millones de dosis de fentanilo decomisadas, además del envío de 29 capos, México aguarda la simpatía del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante los tributos del Gobierno de Claudia Sheinbaum con la esperanza de anular aranceles que pondrían en estado de shock a la economía mexicana.
Sheinbaum ha seguido el guion dictado por el magnate inmobiliario convertido en el presidente de la Nación más poderosa del mundo, pero Trump es impredecible y a pesar de las acciones de México, persiste el amago arancelario hasta el último minuto de las negociaciones que buscan detener las tarifas de 25% a las mercancías mexicanas a partir del 4 de marzo.
Tanto ha seguido el guión que el Gobierno mexicano amaneció este 3 de marzo con el inicio de procesos administrativos de investigación antidumping en contra de importaciones chinas de acero y caucho, uno de los principales dolores de cabeza de la admininistración de Trump.
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Expertos consultados por Bloomberg Línea señalaron que la amenaza de los aranceles se mantiene como una táctica de negociación de Trump para lograr movimientos a favor de las estrategias de EE.UU., por lo que será difícil retirar las tarifas de la mesa en el día cero de las conversaciones bilaterales entre ambas naciones.
“La espada de Damocles sigue en la pared, sigue en el techo”, dijo Diego Marroquín, Primer Catedrático Bersin-Foster para Norteamérica en el Woodrow Wilson Center, ante la amenaza arancelaria de Trump.
México está notablemente expuesto. El país se ha convertido en el principal socio de Estados Unidos rebasando a China. Las exportaciones mexicanas hacia su vecino tuvieron un valor de US$617.100 millones y representaron más del 80% del total durante 2024, un aumento de casi 5% anual, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La mera escala de dependencia comercial amplifica el impacto de cualquier ajuste arancelario, especialmente en sectores como el automotriz, la electrónica y los bienes de consumo, señala en un análisis el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés), que concentra a las entidades financieras más importantes del mundo.
“La estrecha integración de México en las cadenas de suministro manufactureras estadounidenses puede limitar las represalias directas, dadas las posibles repercusiones negativas para la industria estadounidense”, suscribe.
Sheinbaum incluso considera un escenario de aranceles parciales en contra de México en las últimas horas de la tregua arancelaria que negoció su equipo.
“Hay que ver si ocurren o si ocurren a medias. Tenemos un plan para cualquiera de los casos”, declaró la mandataria el 3 de marzo en su conferencia de prensa matutina en la Ciudad de México.
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Marroquín duda que se quite la amenaza de los aranceles porque es una estrategia de negociación exitosa en el corto plazo, pero en el mediano y largo plazo no lo será.
“Yo creo que va a ser muy difícil lograr un resultado positivo de nuevo si no quitamos los aranceles de la mesa, es la única forma de lograr que haya buena disposición de los tres países de asegurar que el proceso de revisión sea exitoso”, subrayó.
Luis Masse Torres, vicepresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior (IMECE), dijo que la entrega de 29 narcotraficantes fue una acción para mitigar la imposición de aranceles, sin embargo, se tendrá que esperar hasta 24 horas antes de que venza la pausa arancelaria para saber la decisión de Trump.
“Es una situación totalmente de incertidumbre, de expectativa, tanto los exportadores mexicanos como los importadores estadounidenses habrán de estar tomando decisiones prácticamente día con día”, expuso.
Masse Torres consideró que el Gobierno de Sheinbaum está haciendo las gestiones adecuadas para frenar los aranceles sobre México y “calmar las aguas”, no obstante, comentó que se tendría que pensar en estrategias de más largo plazo en vista de la revisión del T-MEC.
Tanto Marroquín como Masse coincidieron en que es probable que la administración Trump busque adelantar la revisión del T-MEC y no se tenga que esperar a 2026, a fin de reducir la incertidumbre.
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Envío de capos, otro canal de negociación
El traslado de los narcotraficantes es una señal en la negociación con el Gobierno de Estados Unidos, dijo Enrique Perret, director ejecutivo de la US-Mexico Foundation.
“Me parece que la presidenta Sheinbaum ha entendido cuáles son esos mensajes que al presidente Donald Trump le ayudan, le sirven en su base y, dicho sea de paso, también ayudan a la seguridad interna de México. Entonces es un ganar-ganar”, comentó en entrevista.
El 28 de febrero, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, respondió a Bloomberg Línea que el cumplimiento en seguridad y combate al narcotráfico es evidente ante la preocupación del mandatario estadounidense.
“No hay manera de justificar ninguna sanción”, declaró el funcionario en una conferencia de prensa sobre el envío de capos hacia Estados Unidos.
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Perret consideró que en las últimas semanas se están viendo dos canales de negociación con Estados Unidos: uno más informal que aborda los temas migratorios y de seguridad basado en el sentir del presidente Trump sobre el cumplimiento de compromisos de México en la materia, y otro más formal e institucional basado en los estudios que el mandatario solicitó a su equipo en una de sus primeras órdenes ejecutivas y que deben presentarse en abril.
“Vivir en esos dos escenarios te mantiene en una arena movediza y una incertidumbre constante y eso es lo que nos preocupa más”, dijo Perret. El internacionalista consideró que un aplazamiento de un mes y luego otro para aplicar los aranceles, si bien le han funcionado a Trump, afectan la certeza de inversión y comercial para las empresas, por lo que el diálogo entre ambos países necesita pasar a un acuerdo más formal.
Aunque el combate al crimen del Gobierno mexicano muestra ciertos resultados, el estado de Sinaloa, donde opera el cártel más viejo en México del que hay registro, reporta violencia “muy intensa” entre grupos criminales, después del supuesto secuestro de Ismael ‘el Mayo’ Zambada y su entrega a autoridades estadounidenses que no ha sido aclarada. Estados Unidos presionará para que las autoridades controlen la ola de violencia, según un reporte del grupo financiero Banamex.
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Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportan que durante los primeros cuatro meses del Gobierno de Sheinbaum se han registrado 9.908 asesinatos, 6,6% menos que con su antecesor el exmandatario Andrés Manuel López Obrador, pero en dos meses se han registrado más de 800 homicidios y más de 2.000 desaparecidos en Sinaloa, según el diario The Wall Street Journal.
Los decomisos de fentanilo —un potente analgésico derivado del opio que ha desatado una crisis sanitaria en Estados Unidos ante las muertes por sobredosis— se contabilizaron en 450 kilogramos durante enero de este año, una reducción de casi 50% comparado con octubre de 2024, según datos del Gobierno mexicano.
La crisis de opiodes en Estados Unidos es uno de los ejes prioritarios que el presidente estadounidense busca resolver atacando la oferta de droga ilegal que causa 100.000 muertes anuales por sobredosis con medidas comerciales, pero sin un plan igual de ambicioso que reduzca la demanda interna de los consumidores estadounidenses. Incluso ha dicho que copiará la campaña de propaganda antidrogas de Sheinbaum.
“Mientras no se advierta que la actividad criminal disminuye ahí, la administración Trump continuará estrechando el cerco sobre esa zona y la presión sobre el gobierno mexicano”, concluyó el banco.
