Bloomberg — El alcalde de Lima se regocija por su victoria sobre Brookfield Asset Management (BAM), que disuelve su empresa de autopistas de peaje en Perú alegando pérdidas y acoso por parte de las autoridades locales.
“Para mí este es un día de fiesta”, dijo el alcalde Rafael López Aliaga el miércoles en un evento en la capital. “Esa gente debería regresar a su país”.
López Aliaga fue elegido en 2023 con la promesa de derrotar a Rutas de Lima, propiedad de Brookfield. La empresa informó de una caída del 60% en sus ingresos debido a la suspensión de algunos puntos de cobro de peajes, en un caso muy sonado de tensiones entre inversores extranjeros y las autoridades locales de Perú.
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Rutas de Lima ha ganado US$200 millones en un arbitraje internacional contra Lima, que la ciudad se ha negado a pagar. Brookfield también ha llevado a Perú a arbitraje, reclamando US$2.700 millones en concepto de daños y perjuicios.
“La disolución de Rutas de Lima es consecuencia directa de las acciones del Estado peruano, que han destruido el valor de nuestro activo sin consideración alguna por la seguridad jurídica”, declaró Ben Vaughan, director global de operaciones de Brookfield Infrastructure Group, en un comunicado. “Perú asegura que busca atraer la inversión extranjera, pero el trato que ha otorgado a Brookfield envía el mensaje contrario”.
López Aliaga, un conservador que se espera que se presente a las elecciones presidenciales del año que viene, ha comparado a Brookfield con la mafia y ha apodado a su empresa de peajes “las ratas de Lima”. Afirma que los peajes perjudican a los pobres y alega que el contrato se obtuvo mediante sobornos por parte de su anterior controlador, la constructora brasileña Odebrecht SA, que sigue siendo socio minoritario de la empresa.
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Brookfield compró una participación mayoritaria en Rutas de Lima en 2016 por US$430 millones a Odebrecht, que ha admitido haber cometido sobornos en toda América Latina, pero niega haber actuado de forma indebida en este caso concreto. La exalcaldesa que concedió la concesión está siendo juzgada actualmente por presuntamente aceptar sobornos a cambio del contrato de las autopistas de peaje. Ella niega las acusaciones.
El cierre de Rutas de Lima permite a la ciudad revocar el contrato de concesión y cancelar definitivamente cualquier punto de cobro de peaje, si así lo desea. Brookfield ha dicho que seguirá operando la carretera hasta que se complete su liquidación, un proceso que puede llevar meses.
“Mi gran alegría es por lo siguiente”, dijo López Aliaga. “Bien quebrados están”.
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