Bloomberg — El nuevo ministro de Finanzas de Perú está impulsando una serie de incentivos fiscales al principio de su mandato en un intento de impulsar el crecimiento económico a su ritmo más rápido en siete años, excluyendo el repunte de la pandemia.
José Salardi, que asumió el Ministerio de Economía hace cinco semanas, tiene en el punto de mira cuatro sectores clave para los incentivos fiscales: agricultura, silvicultura, pesca y la creación de una zona económica especial cerca del recientemente inaugurado puerto de Chancay, valorado en US$1.300 millones, que está llamada a impulsar significativamente el comercio con China.
Las nuevas inversiones impulsadas por esas exoneraciones tributarias podrían “generar importantes colaterales que superan lo que potencialmente podría obtener del impuesto a la renta, por lo que termino ganando”, dijo Salardi a los periodistas en una conferencia con medios extranjeros en Lima.
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Salardi es el tercer titular de Finanzas que asume el mando de la presidenta Dina Boluarte, una de las líderes más antipáticas de la región que, sin embargo, ha logrado cortejar al sector empresarial y lograr un sólido crecimiento en 2024 tras una recesión en 2023 causada en parte por el descontento social dirigido contra su liderazgo.
Ahora, Salardi redobla sus apuestas para acelerar el crecimiento hasta un “significativamente desafiante” 4% en 2025, dijo. Esa sería la tasa de crecimiento más rápida desde 2018, cuando la economía también se expandió un 4%, excluyendo el repunte pandémico de 2021.
Al mismo tiempo, su principal reto es reducir el déficit fiscal de Perú, que es bajo en comparación con sus pares regionales pero que durante dos años consecutivos ha rebasado el techo legal fijado por el Congreso. En 2024, el déficit creció hasta el 3,6%, por encima del límite del 2,8%. Para este año, Salardi aspira a alcanzar el umbral del 2,2% y describió las transgresiones pasadas como un “contratiempo temporal”.
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Incentivos fiscales para la agroindustria
En particular, el ministerio de Finanzas apoya un proyecto de ley que reduciría el impuesto sobre la renta que paga la agroindustria. Perú se ha convertido en un gran productor de uvas, arándanos y aguacates en los últimos años, exportando un récord de US$13.000 millones en productos agrícolas en 2024, la segunda mayor fuente de divisas para el país después de la minería.
El gobierno quería que se aprobara ese proyecto de ley el año pasado, pero aún no se ha votado. Los críticos dicen que hará que el Estado deje de percibir impuestos en un momento en que la industria está en auge, mientras que los funcionarios del gobierno la defienden porque la agricultura puede generar grandes cantidades de empleo.
“Si se ve el análisis coste-beneficio, se obtienen grandes beneficios”, dijo sobre el proyecto de ley.
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También quiere ampliar los incentivos fiscales a la silvicultura para hacer frente a Chile y a la pesca para hacer frente a Ecuador. En ambos casos dijo que las propuestas aún no se habían redactado por completo y que el gobierno está esperando las propuestas de los grupos industriales que representan a esos sectores.
“Necesitamos incentivos para que estas industrias puedan despegar”, dijo.
Por último, Salardi se mostró partidario de crear una zona económica especial cerca del nuevo puerto de Chancay, de propiedad china, que tendría un impuesto sobre la renta del 0% en sus inicios. La ciudad de Chancay fue en su día un aletargado pueblo pesquero, pero Salardi está convencido de que puede transformarse a medida que las industrias acudan en masa a utilizar la nueva infraestructura portuaria.
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“Algunos me combaten porque dicen que voy a regalar los ingresos por rentas, pero hoy en día allí no se genera ningún impuesto”, dijo. “Allí no hay nada. Entonces, ¿por qué nos peleamos? Puede que no genere impuestos sobre la renta, pero generaré empleos e industria”.
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