Bloomberg — Perú está adoptando medidas para emprender una expansión histórica de los campos agrícolas en auge de la nación sudamericana el próximo año y está tratando de atraer niveles sin precedentes de inversión privada para lograrlo.
El país busca US$24.000 millones en inversiones para riego, de los cuales ofrece la gran mayoría a inversores privados dispuestos a participar en asociaciones público-privadas. Perú se ha convertido en un poderoso actor de la agroindustria en los últimos años y ahora es el principal exportador mundial de arándanos y uvas de mesa, así como uno de los principales exportadores de aguacates. Ahora cree que puede hacer mucho más que eso, y las autoridades están estudiando nuevos campos dedicados al algodón y la caña de azúcar.
Pero la programación es especialmente agresiva y muestra que la presidenta Dina Boluarte, una de las líderes más impopulares del mundo, ya está corriendo contra el reloj mientras intenta consolidar su legado.
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El objetivo, anunciado el lunes por sus ministros de Agricultura y Finanzas, es adjudicar 22 proyectos de irrigación antes de su partida en julio del próximo año. A partir de ahí, podrían pasar hasta siete años antes de que se construyan los diferentes proyectos, dijo el ministro de Agricultura, Ángel Manero, en una conferencia de prensa. Sin duda, los ambiciosos proyectos de infraestructura en Perú suelen retrasarse muchos años, a veces décadas.
Entre los proyectos más importantes figuran el desvío de una parte del río Marañón, que fluye hacia el este hasta el Amazonas, para que pueda fluir hacia el oeste e irrigar nuevas tierras, lo que requiere una inversión de US$7.000 millones. Otro proyecto, de US$4.000 millones, supondría la construcción de nuevas presas y una central hidroeléctrica en el sur de Perú.
Perú exportó un récord de US$13.000 millones en productos agrícolas en 2024. Aunque Manero el año pasado señaló en una entrevista con Bloomberg que tenían la meta aumentar esas exportaciones a US$30.000 millones para 2040, ahora el país va más allá y anuncia un nuevo objetivo de US$50.000 millones para 2045.
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