Bloomberg Línea — El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha identificado en el comercio y los aranceles una de sus principales cartas para presionar a los Gobiernos de Latinoamérica y el Caribe (ALC) en sus planes de deportación masiva y de lucha contra las drogas.
El pulso de Trump con Latinoamérica por llevar a cabo sus planes migratorios se intensificó el domingo 26 de enero, luego de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se negara a recibir vuelos de repatriación de colombianos que retornaran esposados desde Estados Unidos.
La postura de Petro tuvo repercusiones inmediatas de Washington, que se reflejaron en la imposición de aranceles y la paralización del trámite de visas en Colombia, aunque finalmente ambos Gobiernos llegaron a un acuerdo sobre el retorno de migrantes deportados.
EE.UU. celebró que Colombia haya “accedido a todas las condiciones del presidente Trump”, incluida la aceptación de los deportados en aviones de la Fuerza Aeroespacial colombiana, como finalmente fue acordado con el Gobierno del país andino.
El plan de Trump -como lo señaló desde su campaña- implica imponer aranceles del 60% a las importaciones de China, así como un 25% a las de Canadá y México para presionar por medidas que pongan freno a la migración irregular y al tráfico de drogas, en medio de la crisis que enfrenta el país por el fentanilo.
El Gobierno de México, que ha recibido más de 4.000 repatriados los últimos días, ha mantenido una posición de diálogo y coordinación con Estados Unidos, ante la posición de la presidenta Claudia Sheinbaum de mantener “la cabeza fría”, tras la llegada de Trump al poder.
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Lo que sí es claro es que EE.UU. es el principal socio comercial de Latinoamérica y el Caribe, por lo que las presiones arancelarias hasta ahora le han resultado efectivas al presidente Trump en sus primeras semanas de gobierno.
Las exportaciones de bienes de Latinoamérica y el Caribe a Estados Unidos en 2023 fueron de US$611.00 millones, mientras que las importaciones desde la primera potencia económica mundial a la región en esta categoría totalizaron unos US$486.000 millones, de acuerdo con las últimas cifras disponibles de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
No obstante, el déficit comercial de bienes de EE.UU. con la región se ha ampliado en los últimos diez años. “Tras una breve mejora en 2021, el déficit comercial de bienes con ALC se deterioró en 2023 y alcanzó los US$125.000 millones”, según el informe United States Trade Developments 2024, de la Cepal.
Uno de los temas más relevantes para la región es la combinación de dos fuerzas que afectan a los objetivos de Donald Trump: “por un lado, el control de la migración, y por el otro, la reducción de la influencia de China”, dice a Bloomberg Línea el analista financiero Gregorio Gandini.
Los vaivenes del comercio regional
EE.UU. es considerado el principal destino de las exportaciones latinoamericanas de servicios, siendo el mercado en el que más crecieron entre 2005 y 2021 (promedio anual del 6,3%). Para 2021, EE.UU. absorbió 49% de las exportaciones de servicios de la región, un incremento de ocho puntos porcentuales respecto de 2005, según cifras de Cepal.
La dependencia del comercio de Latinoamérica con EE.UU. varía, desde un ~81% del total de las exportaciones mexicanas que van dirigidas a ese país hasta cerca de un 10% de las ventas externas brasileñas, a medida que el espectro del comercio se abre hacia China, acorde a datos recogidos por el holding financiero Credicorp.
En la región hay otros casos como el de Colombia, que tienen una alta concentración de sus exportaciones en un solo destino (a noviembre de 2024, el 29% de sus ventas externas estuvieron dirigidas a Estados Unidos).
Pero también hay casos excepcionales como el de Haití, considerado el país más pobre de América, cuyas exportaciones dependen en un 84,2% de EE.UU., según datos del 2022 del Observatorio de Complejidad Económica (OEC), del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés).
Un caso particular es el de Brasil, la mayor economía de América Latina, que en 2008 vio cómo Estados Unidos dejó de ser su principal socio comercial, siendo reemplazado por China, “lo que demuestra que la diversificación de mercados es posible”, afirmó Gandini.
China es el principal socio comercial de Brasil, abarcando cerca del ~32% de las exportaciones.
En 2024, China también se posicionó como principal destino de las exportaciones uruguayas (con el 24% del total), seguido por Brasil (18%), de acuerdo con Uruguay XXI, agencia responsable de la promoción de exportaciones, inversiones e imagen país.
En Chile, las exportaciones a China representan casi el 40% del total, mientras que cerca del 30% de las exportaciones peruanas van dirigidas al gigante asiático, según datos de Credicorp.
En el caso de Venezuela, China reperesenta un 16,3% de sus exportaciones, mientras que EE.UU. el 10,2%, detalla el OEC.
Por su parte, Argentina mantiene “una de las economías más cerradas del mundo”, con un grado de apertura comercial (exportaciones más importaciones sobre el PIB) de solo el 20%, explica Alejandro Arroyo Welbers, director de la Especialización en Comercio Internacional de la Universidad Austral. Esto es significativamente menor al promedio de América Latina (42%) y a los países desarrollados (más del 80%).
Además, la oferta exportable de Argentina está poco diversificada, concentrándose en commodities agrícolas. “Tendríamos que tener el triple o cuádruple de lo que tenemos hoy” en exportaciones, señaló Arroyo.
El principal socio comercial de Argentina es Brasil desde 1991 y en 2024 envió el 17% de sus exportaciones a ese gigante sudamericano, dice un reporte de Emilce Terré, Guido d’Angelo y Bruno Ferrari, investigadores de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Brasil también es el principal socio comercial histórico de Bolivia y de Paraguay, representando más del 30 % del total de sus exportaciones en el caso del segundo mercado, según la Cámara de Comercio Paraguay-Brasil (CCPB).
El peso de Latam en el comercio total de bienes de EE.UU.
América Latina y el Caribe contribuyó con el 21,3% del comercio total de bienes de EE.UU. o el equivalente a unos US$1.097 millones 2023.
En 2023, el 23,8% de las exportaciones totales de bienes de Estados Unidos se destinaron a la región, frente al 7,2% que se dirigió a China.
Entre tanto, un 19,7% de las importaciones estadounidenses de bienes procedieron de Latinoamérica y el Caribe.
En la región, los bienes primarios representan alrededor del 56% de las exportaciones al mundo, entre ellos, alimentos, productos vegetales, hidrocarburos y materias primas, según cifras compiladas en un artículo de McKinsey.
Las principales exportaciones estadounidenses al mundo incluyen petróleo refinado y crudo, gas licuado de petróleo, automóviles y circuitos integrados.
México es el principal socio comercial de los EE.UU. a nivel mundial y representó un 15,7% del comercio total de bienes a ese mercado.
En la región, le siguen Brasil (1,6%), Chile y Colombia (ambos con 0,7%) y Perú, República Dominicana y Costa Rica (todos con 0,4%).
EE.UU. también es un exportador neto de servicios a la región, que representó un 11,4% del comercio total en ese segmento en 2023.
De acuerdo al reporte de la Cepal, el superávit comercial con la región ha aumentado desde 2021 a US$27.150 millones en 2023 en el ámbito de servicios.
México también es el principal socio comercial de la región en el sector de servicios, contribuyendo el 5% del comercio total de servicios de Estados Unidos, seguido de Brasil (menos del 2%).
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La dinámica del comercio entre EE.UU. y Latam en medio de la influencia de China
La influencia China en la región ha desatado un pulso con EE.UU. por el comercio latinoamericano, con el interés de más compañías de instalarse en la región, como ha sido el caso en el sector de los automóviles eléctricos con firmas como BYD.
La Cepal indicó en 2023 que el intercambio comercial entre China y Latinoamérica y el Caribe multiplicó 35 veces su valor en este siglo. En el trienio 2020-2022, China representó en promedio entre el 30% y el 37% de las exportaciones totales de bienes del Brasil, Chile y Perú.
De acuerdo a cifras de la Cepal, entre enero y junio de 2024, el valor de las exportaciones a EE.UU. presentaron el mayor aumento entre los principales socios de Latinoamérica (5%), pero el de las importaciones desde ese destino cayeron un 3%.
No obstante, para 2024 estimó que el mayor crecimiento anual del valor exportado se proyecta en los envíos a China (6%), seguido por Estados Unidos y el resto de Asia (ambos con 4%).
Entre tanto, el valor de las importaciones entre los principales socios habría aumentado un 7% anual en 2024 en las compras procedentes de China y un 4% en la Unión Europea, mientras que habrían caído -1% en el caso de las de EE.UU.
Definitivamente, “la concentración (de las exportaciones en un solo destino y producto) no es la mejor opción. Es por eso que el trabajo de apertura de nuevos mercados para nuevos productos debe ser un esfuerzo constante de los Gobiernos”, señaló Gandini.
Según Arroyo Welbers, la diversificación de las exportaciones en la región debe analizarse país por país, pues en el caso de mercados como Argentina se requiere una reducción de la carga impositiva y la eliminación de derechos de exportación.
A su juicio, diversificar exportaciones no significa solo aumentar la cantidad de países destino, sino agregar valor a los productos exportados y ampliar la oferta con bienes industriales y tecnológicos, más allá de los commodities tradicionales.
La Cepal estima en el reporte Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe que el valor total de las exportaciones de bienes de la región creció un 4% en 2024, luego de una expansión del volumen del 5% y una caída de los precios del 1%.
Proyecta que las importaciones de bienes presentaron un aumento del 4% en su volumen y una caída del 2% en sus precios, lo que se traduce en un aumento proyectado de su valor del 2%.
Como resultado del mayor aumento proyectado de las exportaciones regionales de bienes y servicios respecto de las importaciones, Latinoamérica revertirá en 2024 el déficit comercial de bienes y servicios de US$26.000 millones del 2023.
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