Bloomberg Línea — El Mundial de Clubes disputado el pasado junio en Estados Unidos dejó una imagen para la historia: los suplentes del Borussia Dortmund observando el partido de su equipo en televisión y desde el camerino, no desde el banquillo, como debería ser. El calor en el TQL Stadium de Cincinnati era insoportable.
La escena podría repetirse en la Copa del Mundo de Canadá, Estados Unidos y México 2026: 12 de los 16 estadios que acogerán el evento deportivo más popular del planeta “experimentan condiciones de calor que requerirán adaptaciones”, dice el informe Canchas en peligro, elaborado por Football for Future y Common Goal, en asociación con la firma de análisis climático Jupiter Intelligence.
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Lo usual en el Mundial 2026, en el que participarán 48 equipos en lugar de 32, será ver pausas adicionales en los partidos para que los futbolistas se hidraten y compromisos disputados en horarios tardíos. La situación empeorará con el tiempo.

“En 2050, 14 de estos 16 estadios tendrán condiciones impracticables durante parte del año, incluyendo días con calor peligroso para la salud de jugadores y aficionados”, dice el reporte.
En el NRG Stadium en Houston y el AT&T Stadium en Dallas se proyecta que el fútbol será impracticable hasta 130 días al año, mientras que en los escenarios deportivos de Monterrey y Miami ocurriría lo mismo al menos durante 100 días.
El Mundial de 2026 quizá sea el último que se dispute en Norteamérica bajo el sol del verano.
“Podría ser el último Mundial de este tipo en la región, es poco probable que futuros torneos en Norteamérica sigan el mismo modelo de 2026, con calendario de verano tradicional, estándares actuales de infraestructura y mínimos protocolos climáticos”, dice el reporte. “Cuando el torneo regrese a EE.UU., Canadá o México, los riesgos climáticos podrían exigir un enfoque muy distinto sobre cuándo, dónde y cómo se juegan los partidos”.
Pero el calor extremo no es la única amenaza para el fútbol, también la sequía y fenómenos meteorológicos extremos.
El informe advierte que, por cuenta de la sequía, en 2050 la demanda de agua en Ciudad de México será varias veces mayor que el suministro, “haciendo difícil mantener césped de calidad internacional para jugar fútbol sin medidas de adaptación drásticas”.
Por otra parte, el Hard Rock Stadium en Miami padecería interrupciones frecuentes por fenómenos como huracanes e inundaciones costeras, “con tormentas que exceden los umbrales de seguridad”.

Y pensar que el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo en la más reciente Asamblea de la ONU que el cambio climático era “el mayor engaño jamás perpetrado en el mundo”.
El Mundial de 2026, ¿una réplica del 94?
Una frase que se puede utilizar en cualquier contexto, incluso en el fútbol, es: “Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”, del filósofo español George Santayana.
En el Mundial de 1994, también organizado en Estados Unidos, el calor fue la principal queja de los futbolistas y su cuerpo técnico.
“Vamos a sufrir en este Mundial”, dijo en ese entonces el capitán de la selección de Italia, Franco Baresi. Al final, el sufrimiento en la selección italiana no solo fue por el calor, sino por haber perdido la oportunidad de coronarse campeona ante Brasil.
“De lo que hablamos es de la salud de los jugadores. La deshidratación y el derrumbe por el calor es una emergencia médica que puede tener fatales consecuencias”, sostuvo en ese mismo Mundial el jefe médico de la selección irlandesa, Conal Hooper.
Ambos testimonios fueron recopilados en una publicación de El País del 15 de junio de 1994. Para la época había una particularidad: la FIFA prohibía a los jugadores tomar agua en el terreno de juego, aunque luego cambió esta directriz.

Recientemente, en el Mundial de Clubes 2025, futbolistas como el español Marcos Llorente expusieron lo difícil de jugar bajo el calor de mitad de año en Estados Unidos.
“Hacía un calor terrible, tenía los dedos de los pies que me dolían, las uñas me dolían, no podía ni frenar, ni arrancar”, sostuvo el jugador del Atlético de Madrid.
Algo similar planteó el colombiano Jhon Arias, que llegó a la semifinal del torneo vistiendo la camiseta del Fluminense de Brasil, donde fue eliminado por el Chelsea.
“Muchas cosas tienen que ser vistas de cara a la Copa del Mundo, porque es difícil jugar en estos horarios, en verano, con no sé cuántos grados de temperatura, es muy complicado”, dijo Arias. “Te lo digo yo, que vivo en Brasil, que hace demasiado calor”.
El cambio climático a partir de hitos en el fútbol
El cambio climático puede ser visibilizado a partir de hitos futbolísticos, como la primera final de un Mundial definida desde los penales (1994) y el comienzo de la carrera futbolística de Lionel Messi, según el informe Canchas en peligro:
- Desde el Mundial de Estados Unidos 1994, los desastres relacionados con el clima aumentaron casi 35%.
- Desde 1992, cuando Messi tenía 5 años e ingresó al club Grandoli de Rosario, el Ártico perdió alrededor de 3 millones de km² de hielo marino (el área de Argentina continental es de 2.791.810 km²).
- El planeta registró sus años más cálidos desde 2014, cuando Mario Götze le dio el más reciente título de un Mundial a Alemania, anotándole a Argentina.
- En Inglaterra, la cuna del fútbol, 120.000 partidos comunitarios se cancelan cada año debido al mal tiempo.
- Cuando el noruego Erling Haaland cumpla 50 años y esté retirado del fútbol, en 2050, alrededor de 1.200 millones de personas se habrían desplazado en el mundo por cuenta del cambio climático.
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