BlackRock redefine su estrategia de inversión 2025: inteligencia artificial, energía y gestión táctica

En su visión de mitad de año, la mayor gestora del mundo sostiene que hay más claridad sobre el corto plazo que sobre el largo.

Fotógrafo: Bing Guan/Bloomberg
05 de julio, 2025 | 05:00 AM

En un contexto de incertidumbre global, el mayor gestor de activos del mundo, BlackRock, delineó sus preferencias de inversión para la segunda mitad de 2025.

Según su informe “2025 Midyear Global Outlook”, la firma apuesta por una estrategia proactiva centrada en tres grandes pilares: una mayor exposición táctica al presente (“invertir en el aquí y ahora”), una búsqueda deliberada de oportunidades de rentabilidad sin depender de los anclajes macroeconómicos tradicionales y un fuerte enfoque en las llamadas “megafuerzas”, como la inteligencia artificial, la transición energética y la fragmentación geopolítica.

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Invertir en el presente: menos pronósticos, más táctica

Ante la pérdida de anclas macroeconómicas tradicionales —como expectativas de inflación estables o disciplina fiscal—, BlackRock sostiene que hay más claridad sobre el corto plazo que sobre el largo. Por eso, da mayor peso a sus apuestas tácticas a 6-12 meses.

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En ese marco, mantiene una postura “pro-riesgo” y favorece claramente a las acciones estadounidenses, en especial aquellas vinculadas al desarrollo de inteligencia artificial. También ve con buenos ojos los bonos corporativos europeos y los bonos locales de mercados emergentes, que se benefician del contexto actual y ofrecen atractivos retornos en moneda local.

La gestión activa como clave

En un entorno sin anclajes macroeconómicos firmes, BlackRock advierte que ya no es efectivo basarse en exposiciones estáticas a factores tradicionales como crecimiento, valor o inflación. En cambio, afirma que se requiere una gestión activa que identifique oportunidades específicas (“alpha”) a través de otras formas de asumir riesgos: valor relativo, liquidez, cambios regulatorios o narrativas de mercado extremas.

La firma observa que los gestores más exitosos han aumentado significativamente la generación de “alpha” desde 2020, lo que refuerza su convicción sobre las oportunidades disponibles para quienes operen con flexibilidad e inteligencia.

Anclarse en las “megafuerzas”: IA, energía y geopolítica

BlackRock considera que fenómenos estructurales como la inteligencia artificial, la transición energética, la evolución de las finanzas y la fragmentación geopolítica son hoy los nuevos motores de rendimiento a largo plazo.

Particularmente, destaca el auge del gasto de capital asociado a la IA —liderado por los gigantes tecnológicos— y a la infraestructura energética, lo que está transformando no sólo los sectores involucrados sino también la forma de invertir. La firma mantiene una sobreponderación en el sector tecnológico de EE.UU., y también muestra preferencia por compañías vinculadas al aumento de la demanda eléctrica, como las utilities.

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En América Latina, BlackRock ve oportunidades vinculadas justamente a esas megafuerzas: recursos naturales, innovación tecnológica y transición energética. Destaca el rol de países como Brasil y México en agrotecnología, energía renovable y cadenas de valor industriales. También observa avances en Chile y Perú para aprovechar el potencial minero, clave para la electrificación global.

El papel del capital privado e infraestructura

Otro eje fuerte de la estrategia es la creciente relevancia del capital privado. Dada la limitada capacidad fiscal de los gobiernos para financiar grandes transformaciones, BlackRock apuesta por una mayor participación de inversores privados en sectores como infraestructura, energía y tecnología.

Según el informe, los activos gestionados en fondos privados de infraestructura ya superan el billón de dólares y podrían duplicarse en los próximos años. Además, muchas empresas optan por mantenerse privadas por más tiempo, difuminando la tradicional frontera entre mercados públicos y privados.

Posicionamiento táctico y estratégico

BlackRock compartió su mirada sobre dónde ve oportunidades tanto en el corto como en el mediano plazo.

Visión táctica (seis a 12 meses)

El posicionamiento de BlackRock a corto plazo se basa en los siguientes pilares:

  • Acciones de Estados Unidos: Desde la mirada de BlackRock, la economía norteamericana enfrenta nubarrones como la incertidumbre política y los problemas en las cadenas de suministro, lo que podría enfriar el crecimiento y, en el peor de los casos, llevar a una leve recesión. Aun así, esta firma cree que las acciones de EE.UU. podrían recuperar su liderazgo global gracias al boom de la inteligencia artificial, que sigue impulsando las ganancias y, a largo plazo, podría mejorar la productividad.
  • Divisas como generadoras de ingresos: Los especialistas de BlackRock ven que el uso inteligente de coberturas cambiarias se volvió una fuente de rentabilidad. Por ejemplo, cubrir bonos europeos y convertir los retornos a dólares puede ser más rentable que invertir en algunos créditos corporativos de EE.UU. Según sus cálculos, bonos soberanos de países como Francia o España a 10 años, con cobertura cambiaria, ofrecen retornos superiores al 5%.
  • Buscar oportunidades para generar “alpha”: El equipo de BlackRock dice estar atento a escenarios donde se pueda obtener un rendimiento superior al del mercado (lo que en la jerga se llama “alpha”). Esto incluye analizar cambios regulatorios que puedan impactar las ganancias de las empresas, detectar posiciones de mercado muy concurridas que podrían corregirse bruscamente y aprovechar momentos de tensión para ofrecer liquidez.

Visión estratégica (cinco años)

Las apuestas de más largo plazo, según la mayor administradora de fondos del planeta

  • Infraestructura y crédito privado: En el radar de BlackRock, el sector de infraestructura aparece como una oportunidad por sus valoraciones atractivas y las grandes tendencias estructurales que lo impulsan. Además, ven que el crédito privado cubrirá el vacío dejado por los bancos en el financiamiento, y lo hará a tasas competitivas.
  • Selección en renta fija: Prefiere bonos vinculados a la inflación de corto plazo por sobre los bonos nominales de mercados desarrollados, ante el riesgo de que las tarifas en Estados Unidos presionen los precios. Dentro de los bonos soberanos desarrollados, favorece los del Reino Unido.
  • Selección fina en acciones: La firma estadounidense, en su visión estratégica, muestra una mayor preferencia por mercados emergentes respecto a los desarrollados, aunque aclara que dentro de los emergentes hay que ser muy selectivos. Países como India se benefician de tendencias de largo plazo que generan oportunidades. En el mundo desarrollado, BlackRock mira con buenos ojos a Japón, donde las reformas corporativas y el regreso de la inflación mejoran las perspectivas.

Visión táctica detallada

El informe de BlackRock tiene también un apartado que cuenta con una visión táctica (nuevamente, de 6 a 12 meses), pero detallada, ítem por ítem:

Renta variable

  • Estados Unidos – Sobreponderado. La firma mantiene su apuesta por las acciones estadounidenses, respaldadas por el impulso de la inteligencia artificial y márgenes superiores frente a otros mercados desarrollados.
  • Japón – Sobreponderado. Destaca la vuelta de la inflación y reformas corporativas que favorecen a los accionistas. Prefiere exposiciones sin cobertura cambiaria, dada la posibilidad de que el yen se fortalezca en momentos de tensión global.
  • Europa – Neutral. Observa avances en unidad política y agenda de crecimiento, pero mantiene una postura prudente hasta que se resuelvan desafíos estructurales. Identifica oportunidades específicas en sectores ligados a defensa, finanzas e infraestructura.
  • Reino Unido – Neutral. Si bien la estabilidad política puede mejorar el clima de inversión, el aumento en la carga tributaria corporativa limita el optimismo.
  • Mercados emergentes – Neutral. Valora las políticas internas y las valuaciones, pero se mantiene cauto por las tensiones geopolíticas y la desaceleración del crecimiento global.
  • China – Neutral. La postura parte de una cierta prudencia ante la debilidad estructural del crecimiento, las dudas sobre estímulos y los efectos del envejecimiento poblacional.

Renta fija (bonos)

  • Bonos del Tesoro de EE.UU. a corto plazo – Sobreponderado: Son vistos como una alternativa al efectivo. La firma no comparte la expectativa de recortes agresivos de tasas que descuenta el mercado.
  • Bonos del Tesoro de EE.UU. a largo plazo – Subponderado: Preocupación por los déficits fiscales y la inflación en el largo plazo. Prefiere vencimientos intermedios.
  • Bonos globales ligados a inflación – Neutral: Anticipa una inflación media más alta en el mediano plazo, aunque el enfriamiento económico podría pesar más en el corto.
  • Bonos soberanos de la eurozona – Neutral: Considera atractivos los rendimientos actuales, especialmente en países periféricos como Italia y España.
  • Bonos del Reino Unido – Neutral: Si bien los rendimientos han bajado, monitorea riesgos fiscales vinculados al aumento de tasas en EE.UU.
  • Bonos del gobierno de Japón – Subponderado: Prevé subidas de tasas por parte del Banco de Japón, lo que podría elevar los rendimientos.
  • Bonos del gobierno de China – Neutral: Aunque la política monetaria es más laxa, ve mejores oportunidades en bonos de corto plazo de países desarrollados.

Crédito y otros activos de renta fija

  • MBS (hipotecas de agencias de EE.UU.) – Sobreponderado: Atractivos por su nivel de ingreso, los prefiere frente a Treasuries como opción defensiva de alta calidad.
  • Crédito con grado de inversión a corto plazo – Sobreponderado: Considera que compensan bien el riesgo de tasas de interés.
  • Crédito con grado de inversión a largo plazo – Subponderado: Spreads ajustados. Prefiere asumir riesgo en acciones y favorece crédito europeo sobre el estadounidense.
  • High yield global – Neutral: Reconoce fundamentos sólidos, pero advierte que los spreads actuales no justifican una sobreponderación.
  • Crédito asiático – Neutral: Las valoraciones no resultan lo suficientemente atractivas como para asumir mayores riesgos, según BlackRock
  • Bonos emergentes en moneda dura – Subponderado: El informe advierte spreads cerca del promedio histórico y mejor perspectiva para la deuda local.
  • Bonos emergentes en moneda local – Neutral: Destaca la mejora en niveles de deuda y fortaleza de las monedas. Prefiere países con tasas reales elevadas.
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