El reciente ataque de Israel a instalaciones nucleares y militares en Irán volvió a encender las alertas geopolíticas en Medio Oriente y reavivó la volatilidad en los mercados. Por otro lado, el conflicto ha generado un efecto inmediato sobre los precios internacionales del crudo, impulsando al alza tanto al Brent como al West Texas Intermediate (WTI) y ha fortalecido las acciones del sector energético, aunque desde la gestora de fondos Janus Henderson advirtieron que el alza en los precios se puede diluir.
A continuación, explicaron las dos variables a seguir para estar seguros de que no haya un recorte en la disparada del petróleo están vinculadas a la producción y al flujo de mercado.
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“Irán es un importante productor de petróleo y se encuentra en una ubicación estratégica en el estrecho de Ormuz, por donde se transportan millones de barriles de crudo por día”, recordaron desde la firma financiera. Tras el ataque, ambas referencias del crudo llegaron a dispararse hasta un 13% en el mercado previo a la apertura.
¿Puede diluirse el avance?
Aunque los precios moderaron las ganancias iniciales, el Brent y el WTI cotizan ahora por encima de los US$70 por barril, niveles muy superiores a los mínimos de aproximadamente US$58 registrados a comienzos de año.
“Si bien el movimiento del crudo ha sido significativo, esperamos que el repunte se diluya a menos que haya evidencia tangible de interrupciones en la oferta", señalaron los especialistas de Janus Henderson en un informe. Por el momento, Irán informó que sus refinerías y tanques de almacenamiento de petróleo no han sufrido daños”.
Sin embargo, desde la gestora de fondos advirtieron que “dados los comentarios recientes tanto de Irán como de Israel, el conflicto parece estar lejos de terminar, lo que podría derivar en ataques dirigidos a infraestructura petrolera”. Uno de los mayores riesgos latentes es que Irán tome la decisión de cerrar el estrecho de Ormuz, lo que afectaría de forma directa al flujo de petróleo y gas natural licuado (GNL).
“En represalia, Irán podría cerrar el estrecho de Ormuz, interrumpiendo aproximadamente el 25% de los envíos mundiales de petróleo y el 20% de los envíos de gas natural licuado que pasan por allí cada día, lo cual empujaría los precios aún más alto”, explicaron.
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Repercusiones en las acciones energéticas
El repunte del petróleo también se trasladó a los mercados bursátiles, aunque con efectos mixtos. Mientras los índices generales mostraron caídas por la mayor aversión al riesgo, las acciones del sector energético subieron con fuerza.
“Las acciones energéticas también subieron, lideradas —como era de esperar— por las empresas de exploración y producción con mayor peso en petróleo”, puntualizó Janus Henderson. “Las compañías con operaciones en América del Norte también se destacaron, ya que los inversores apuestan a que los precios más altos del crudo podrían generar más actividad de producción de ciclo corto (principalmente en tierra estadounidense), beneficiando a las empresas con exposición a perforación o volúmenes de producción”.
Dos factores clave a tener en cuenta
La clave ahora, según la gestora, estará en seguir de cerca dos frentes:
- Cualquier señal de interrupción en la producción de petróleo.
- Cualquier interrupción en el flujo de petróleo o gas.
¿Qué puede pasar hacia adelante?
Desde Janus Henderson explicaron que si estas disrupciones no se concretan, es posible que los precios retrocedan. “Creemos que los precios del crudo podrían retroceder, ya que el panorama de oferta para la segunda mitad de 2025 probablemente esté cada vez más influenciado por un aumento previsto de producción por parte de la OPEP y sus aliados (OPEP+)”.
En este sentido, recordaron que “en un cambio importante de política, algunos miembros de OPEP+ comenzaron a aumentar la producción en abril, luego de varios años en los que la oferta estuvo restringida en alrededor de 2,2 millones de barriles por día”.
Por último, destacaron que las compañías energéticas menos expuestas a Medio Oriente podrían estar mejor posicionadas en este nuevo escenario: “Las empresas energéticas con menor exposición a Medio Oriente podrían estar bien posicionadas hacia adelante, dada la preocupación por las crecientes tensiones en la región”.
Diferencia entre flujo y producción
La diferencia entre interrupción en la producción y en el flujo de petróleo (o gas) es clave para entender cómo puede afectar el conflicto a los precios:
Interrupción en la producción:
- Significa que no se está extrayendo petróleo o gas desde los yacimientos.
- Puede deberse a daños en campos petroleros, refinerías o instalaciones de bombeo.
- Afecta directamente la oferta global disponible, ya que se produce menos crudo.
Ejemplo: Si una bomba cae sobre una planta petrolera en Irán y deja de operar, se interrumpe la producción.
Interrupción en el flujo:
- Significa que el petróleo o gas ya producido no puede llegar a destino.
- Suele estar asociado a problemas logísticos o geográficos: cierre de rutas marítimas, sabotajes a oleoductos o bloqueos estratégicos como el estrecho de Ormuz.
- El crudo existe, pero no puede transportarse a los compradores, generando cuellos de botella.
Ejemplo: Si Irán cierra el estrecho de Ormuz, aunque el crudo siga saliendo de los pozos, no puede exportarse.