Los momentos de tensión internacional, como el que se vive actualmente, suelen ser negativos para los activos emergentes, ya que muchos inversores buscan refugio en activos de calidad, situación que está llevando al oro a superar los US$3.000, un nuevo hito para el metal precioso. Sin embargo, para inversores que se animan a asumir riesgo, los bonos de países en desarrollo presentan oportunidades de darles un rendimiento atractivo a sus carteras.
Bloomberg Línea dialogó con expertos en renta fija para conocer su mirada en relación al mundo emergente en 2025. La mayoría optó por una mirada moderada, a sabiendas de los riesgos existentes.
Oportunidades de inversión frente a las sobrerreacciones del mercado
“Para los emergentes, las políticas de Donald Trump son desestabilizantes, con lo cual, yo creo que hay que ser muy táctico y aprovechar la volatilidad”, explicó Diego Ferro, quien preside el fondo de inversión M2M en Estados Unidos. Y sugirió: “Probablemente haya sobrereacciones a anuncios de Trump y ahí estarán las oportunidades”.
Buenos fundamentos crediticios y oportunidades en Brasil y México
“Las oportunidades en bonos de mercados emergentes en 2025 están impulsadas por un entorno macroeconómico más favorable, donde la moderación de la inflación, la recuperación del crecimiento y una política monetaria más flexible en economías clave crean condiciones propicias para la inversión”, destacó Emanoelle Santos, analista de mercados de XTB LATAM. Sin embargo, el propio Santos advirtió que “factores como la fortaleza del dólar, la volatilidad geopolítica y las tarifas comerciales impuestas por la administración Trump siguen representando desafíos”.
A pesar de estos riesgos, el ejecutivo de XTB Latam sostuvo que los fundamentos crediticios han mejorado “significativamente”, con tasas de incumplimiento proyectadas a la baja tanto en deuda corporativa como soberana. “La tasa de impago en bonos corporativos de alto rendimiento se estima en 2,7%, la más baja desde 2019, y en deuda soberana en menos del 1 %, niveles muy inferiores al promedio de los últimos cinco años”, detalló. E indicó que, además, el 73% de las revisiones crediticias en 2024 fueron mejoras, lo que refleja la estabilidad de varios emisores emergentes.
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En términos de oportunidades específicas, Santos resaltó que los bonos corporativos en mercados con estabilidad económica como México, Brasil y Sudáfrica presentan valoraciones atractivas. En el caso de México, reseñó el experto, “la fortaleza del sector industrial y su integración con Estados Unidos, lo convierten en un destino clave para deuda empresarial, a pesar de la incertidumbre comercial”. Mientras que de Brasil, el ejecutivo subrayó: “Ofrece un entorno propicio para bonos corporativos debido a su mejora en competitividad global y una gestión económica más disciplinada”.
¿Qué dijo de Sudáfrica? “Con su estabilización política y avances en generación de energía, proporciona un marco más seguro para la inversión en renta fija”.
Asimismo, destacó que en Turquía, pese a la volatilidad cambiaria, algunas empresas bien posicionadas pueden resistir la depreciación de la lira y generar retornos atractivos. En lo referente al ámbito de la deuda soberana, Santos volvió a mencionar a los gigantes latinoamericanos: “Los bonos denominados en moneda local de países con tasas de interés reales positivas, como Brasil, México y Sudáfrica, son particularmente interesantes”, enfatizó. Según su mirada, estos mercados ofrecen rendimientos ajustados a inflación significativamente más altos que los de economías desarrolladas, lo que los convierte en una alternativa viable para inversionistas en busca de ingresos estables.
Además, puntualizó que la debilidad de las monedas emergentes tras el fuerte desempeño del dólar en 2024 genera oportunidades en estos bonos, especialmente con la Reserva Federal en pausa y una posible depreciación gradual del dólar. Y sostuvo que, para inversionistas en euros, “los activos en moneda local emergente resultan atractivos, ya que los bonos aún no reflejan completamente la mejora en los fundamentales económicos”. “En los mercados fronterizos, países como Costa de Marfil y Kenia destacan por la mejora en sus perfiles crediticios y valoraciones favorables”, aportó también el analista de XTB Latam.diferencial de tasas reales.
Analista de Wall Street, bullish con Argentina
“Con Donald Trump, el 2025 va a ser difícil para los mercados que dependen mucho del comercio”, refirió el estadounidense Walter Molano, economista jefe de BCP Securities.
En línea con esta postura, Molano consideró que es un año para posicionarse en emergentes cuyos drivers no están vinculados al mercado internacional sino a factores internos. “Argentina nos sigue gustando, no tanto en el lado corporativo que ha aumentado demasiado, pero en el soberano todavía hay espacio para una suba de precios, porque el riesgo país ha bajado, pero puede bajar más”.
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Elecciones y factor fiscal, en el centro de la escena
El analista mexicano Jorge Ángel Harker, de Adcap Grupo Financiero, destacó el describió al panorama emergente de 2025 como “bastante complejo”. Al respecto, consignó que va a haber oportunidades en los países “que han sido responsables fiscalmente”.
“Creo que el entorno político en EEUU no va a ser tan amigo de países emergentes que no estén de su lado”, aclaró y consideró que Latinoamérica, con alta participación de gobiernos de izquierda, va a atravesar una situación complicada. “Es difícil que obtengan beneficios o tengan cierto margen de maniobra política frente a EEUU, que mal o bien, es el principal socio comercial de la región”.
Respecto de Brasil, Harker marcó una situación ambigua: “No fue un ejemplo de responsabilidad fiscal, pero empezamos a ver apuestas de cambio de gobierno en las elecciones del próximo año”. Además, reseñó que la situación es “un poco parecida a lo que está pasando en Colombia”. Por lo, sopesó, “hay margen de mejora en el ambiente para hacer negocios”.
Ahora bien, ¿cómo posicionarse en bonos emergentes? Harker sostuvo: “Yo sería más amigo de estar en la parte corta de la curva. Creo que en muchos casos no hay upside para estar tan largo. El premio no está claro y hay que ser cuidadoso con lo que se escoge. Se vienen tiempos complicados para los países emergentes y 2025 va a ser un año lleno de volatilidad. Pero sí es un segmento que no hay que ignorar, hay que saber elegir”.