Bloomberg — La subasta japonesa de bonos del Estado a 40 años celebrada el miércoles encontró una demanda que fue la más débil desde julio, un resultado que corre el riesgo de alimentar una mayor volatilidad en los mercados mundiales de deuda.
El rendimiento de los bonos del país a 40 años apenas varió desde las 12:34 p.m. en Tokio, justo antes de los resultados de la subasta.
La venta era una prueba clave a nivel mundial para los plazos más largos en medio de la preocupación de que el aumento del gasto público lleve los déficits presupuestarios a un territorio peligroso.
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En Japón también se consideraba un indicador importante del apetito de los grandes inversores institucionales, que no han llenado el vacío dejado por la reducción de las compras del banco central.
Los bonos del Estado a muy largo plazo habían subido el martes ante los indicios de que el Ministerio de Finanzas podría estar dispuesto a ajustar la emisión de deuda tras la caída del mercado.
Los movimientos se produjeron tras la agresiva presión alcista sobre los costes globales de los préstamos la semana pasada, que hizo subir los rendimientos de la deuda con vencimiento a largo plazo de EE.UU.
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La relación media entre la oferta y la cobertura, una medida de la demanda, de los bonos fue de 2,21 para la venta de la emisión del Ministerio de Finanzas por valor de 500.000 millones de yenes (US$3.500 millones) con vencimiento en marzo de 2065. Fue superior al 2,92 de la última subasta de marzo.
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