El S&P 500 terminó noviembre prácticamente sin cambios, pero el camino a seguir parece mucho más claro a medida que la volatilidad se calma, el mercado bursátil mejora y las estrategias que siguen las tendencias se convierten en compradoras, según la mesa de operaciones de Goldman Sachs Group Inc.
Varios indicadores apuntan a una estabilización de cara a diciembre. La amplitud del mercado, medida como la media de cinco días de las subidas del S&P menos las bajadas, se desplomó a principios de este mes hasta situarse en -150, lo que indica “un daño bastante grave bajo la superficie”, escribió Lee Coppersmith, de Goldman, en una nota a sus clientes. De cara al Día de Acción de Gracias, se recuperó hasta situarse en torno a +150. “Es un gran cambio: una participación más amplia, no solo una estrecha contracción, y otra señal de que el mercado superó una cantidad considerable de tensión a mediados de mes”, añadió.
El índice de pánico por volatilidad de Goldman cuenta una historia similar. Actualmente se sitúa en cinco, justo por encima de su media de tres años y muy por debajo de sus máximos de principios de noviembre.
El posicionamiento entre las llamadas estrategias sistemáticas también se ha restablecido. Según estimaciones de los operadores de Goldman, durante el último mes se vendieron aproximadamente 16.000 millones de dólares del índice S&P 500, lo que contribuyó a la caída del mercado bursátil. Una vez absorbida en gran medida esa reducción del riesgo, la referencia del banco para el próximo mes pasa a ser una modesta compra neta de unos 4.700 millones de dólares.
“Esto nos permite llegar a diciembre con un punto de partida más limpio que el que teníamos hace unas semanas”, escribió Coppersmith.
El S&P 500 registró una suba del 0,2 % en noviembre, con las acciones recuperando casi todas sus pérdidas gracias a las expectativas de una bajada de los tasas de interés en la próxima reunión de la Reserva Federal y al impulso positivo derivado del comercio de inteligencia artificial.
Lea más en Bloomberg.com
