Bloomberg Línea — Los mercados continúan atentos a posibles ajustes en los aranceles implementados por Estados Unidos esta semana. Los funcionarios del gobierno de Donald Trump han abierto la posibilidad a que haya alivios a las tarifas impuestas. Howard Lutnick, secretario de Comercio, aseguró que estas no buscan generar una guerra comercial con Canadá y México, sino que están dirigidas a combatir el tráfico de fentanilo.
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Lutnick había adelantado que el presidente Donald Trump estaba considerando una postura más equilibrada y podría realizar modificaciones en algunas categorías arancelarias para alinearlas con el acuerdo USMCA. Finalmente, esto se concretó con la decisión de otorgar a la industria automotriz estadounidense un mes de pausa en la aplicación de los aranceles.
Más adelante, Brooke Rollins, secretaria de Agricultura, también mencionó que se está estudiando excepciones para algunos productos del sector agro. Los inversores están atentos a la llamada entre la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y Trump durante la mañana del jueves.
Según Francesco Pesole, analista de ING, los datos macroeconómicos de EE.UU. serán clave esta semana, más allá de las noticias sobre aranceles. Las expectativas para el informe de nóminas de mañana han caído a 120.000 nuevos empleos (frente a los 160.000 esperados), tras una lectura débil del informe de ADP.
En medio de ese contexto, el dólar continúa debilitándose a nivel global una tendencia que también se ve en el mercado chileno donde la divisa cae -0,19% hasta los CLP$928,66, según los datos recopilados por Bloomberg.
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Según BBVA FX Strategy, las monedas latinoamericanas continuaron con su recuperación el miércoles, en línea con el optimismo de los mercados ante señales de una posible flexibilización en la política arancelaria de Estados Unidos, estímulos en China y un mayor gasto fiscal en Europa.
BBVA FX Strategy también destaca que la fortaleza del peso chileno se ha beneficiado de una divergencia histórica entre los precios del cobre y el petróleo. El miércoles, la diferencia en el movimiento diario entre ambos commodities alcanzó un 8,5%, con una desviación estándar de 3,8, el mayor nivel registrado desde 2009. Estos factores globales seguirán siendo clave en la evolución de las monedas latinoamericanas en el corto plazo.
El viernes, la región completará la publicación de sus datos de inflación de febrero, con especial atención en Chile. Se espera que el IPC chileno registre un 0,4% mensual y un 4,7% interanual, una desaceleración respecto al 1,1% y 4,9% de enero, en gran parte debido al ajuste final de los precios de la electricidad.
De confirmarse estas cifras, el Banco Central de Chile tendría margen para mantener su tasa sin cambios, esperando mayor claridad sobre la evolución de la inflación. De hecho, el mercado ya ha descontado una postura neutral por parte del BCCh, por lo que un dato en línea con las expectativas no tendría un impacto significativo en el peso chileno.
Sin embargo, una inflación más baja de lo previsto podría fortalecer expectativas de recortes adicionales en la tasa de interés más allá del horizonte de seis meses, presionando ligeramente a la baja al peso chileno.
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Para hoy, la agenda en EE.UU. es más liviana, con el déficit comercial de enero como dato relevante. Se espera que este haya aumentado, lo que podría llevar a la administración estadounidense a adoptar una postura más agresiva en materia arancelaria.
A pesar de esto, Pesole dice que aún es prematuro esperar un rebote inmediato del dólar. Aunque las posiciones largas en la moneda han sido eliminadoa en lo que va de marzo, la posibilidad de aranceles prolongados y su impacto en Europa podrían generar un repunte del dólar en las próximas semanas.
