Bloomberg — Las acciones de SAP SE alcanzaron un récord al dispararse los ingresos de computación en la nube de la mayor empresa europea de software, que está alejando a sus clientes de los sistemas locales con la promesa de herramientas de inteligencia artificial y análisis.
Los ingresos de computación en la nube aumentaron un 25% en el tercer trimestre respecto al año anterior, hasta €4.350 millones, según informó el lunes la empresa con sede en Walldorf (Alemania) en un comunicado, en línea con las estimaciones de los analistas. La cartera de pedidos en la nube de la empresa, que refleja las ventas que se registrarán en los próximos doce meses, también aumentó un 25%, hasta €15.400 millones.
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Las acciones de la empresa subieron hasta un 5,9% en Fráncfort el martes, el nivel más alto desde que empezaron a cotizar en 1994. Con esta subida, la capitalización bursátil de SAP supera a la de ASML Holding NV como empresa tecnológica más valiosa de Europa. Las acciones han ganado un 59% en lo que va de año.
SAP ha prosperado a medida que los clientes de la empresa de software se trasladan a la nube, donde está reforzando su oferta de servicios de IA para usuarios empresariales. El negocio en la nube promete un mayor gasto promedio por cliente que el software local previo de SAP.
SAP elevó sus perspectivas para 2024 en algunos parámetros financieros, incluido el flujo de caja libre, que ahora se sitúa entre €3.500 millones y €4.000 millones, frente a los €3.500 millones anteriores. Sus previsiones de ingresos en la nube para 2024 se mantienen entre €17.000 millones y €17.300 millones a tipos de cambio constantes, lo que supone un aumento del 24% al 27%.
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Su director ejecutivo, Christian Klein, está intentando acelerar el cambio a la nube, en parte mediante una nueva estrategia centrada en la IA anunciada a principios de este año. Alrededor del 30% de las operaciones en la nube del tercer trimestre contenían casos de uso de IA empresarial, dijo Klein en una llamada con periodistas tras los resultados.
Unos 10.000 puestos de trabajo se verán afectados en el marco de una reestructuración asociada a la nueva estrategia, que costó €2.800 millones de euros en los nueve primeros meses.
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