Bloomberg — El estímulo fiscal de China elevó su déficit presupuestario cuatrimestral a una cifra récord, a medida que el gobierno aumentaba el apoyo a la economía durante una escalada en su conflicto comercial con EE.UU.
El amplio déficit alcanzó los 2,65 billones de yuanes (US$367.000 millones) en enero-abril, el mayor de la historia para el periodo, según cálculos de Bloomberg basados en datos publicados por el Ministerio de Finanzas el martes. El déficit aumentó más de un 50% en comparación con el año anterior.
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Es la prueba más clara hasta la fecha de que Pekín ha puesto una marcha más en el despliegue del estímulo fiscal previsto este año para ayudar a la economía a reaccionar a los choques externos. Los aranceles estadounidenses sobre la mayoría de los productos chinos aumentaron hasta un nivel prohibitivo del 145% en abril, antes de que los dos países acordaran una tregua a principios de este mes.

Los desembolsos se dispararon en un contexto de estabilización de los ingresos. Los ingresos totales de los dos principales libros fiscales de China alcanzaron los 9,32 billones de yuanes en enero-abril, un descenso de solo el 1,3% interanual tras una caída mucho más pronunciada durante el primer trimestre.
En abril, los ingresos fiscales aumentaron un 1,9% respecto al año anterior, tras una caída del 2,2% en el mes anterior, según los cálculos de los economistas de Goldman Sachs Group Inc (GS), que atribuyeron el aumento principalmente a la fortaleza de la recaudación del impuesto sobre la renta de las personas físicas.
El gasto total aumentó un 7,2% hasta los 11,97 billones de yuanes en enero-abril, según los datos. Esa cifra combina el gasto del presupuesto general, que incluye principalmente los desembolsos cotidianos, con el gasto del presupuesto del fondo gubernamental, que está más ponderado hacia los proyectos de inversión de capital.
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Los pagos de intereses de la deuda fueron la categoría que más creció en el presupuesto general, con un aumento interanual del 11%. Le siguieron los gastos en seguridad social y empleo, que podrían haber ayudado a los trabajadores vulnerables a la guerra comercial, y en educación.
En una probable señal de un mayor gasto en infraestructuras y otros programas respaldados por la emisión de bonos del Estado, el crecimiento del gasto fue muy superior al del primer trimestre tanto a nivel central como local. Durante los cuatro primeros meses, los desembolsos de las autoridades centrales en el presupuesto del fondo aumentaron un 75% respecto al año anterior y se dispararon un 16,6% entre los gobiernos provinciales.
De cara al futuro, la urgencia de un mayor apoyo fiscal está disminuyendo tras el acuerdo alcanzado por China y EE.UU. para reducir temporalmente los aranceles que se aplican mutuamente a sus productos.
La tregua, junto con las decentes cifras de actividad económica de abril, ha llevado a algunos de los principales bancos internacionales a elevar sus previsiones para el crecimiento de China este año y a rebajar las expectativas de un estímulo adicional por parte del gobierno.
Las cifras fiscales del martes les han dado más razones para apostar por que el gobierno retrase nuevas medidas de apoyo.
“El gasto público se estaba acelerando, mientras que los ingresos muestran signos de estabilización”, afirmó Zhaopeng Xing, estratega jefe del Australia & New Zealand Banking Group. “La necesidad de ampliar el déficit fiscal a mediados de año ha disminuido”.
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