Bloomberg — China está considerando medidas de represalia sobre los productos agrícolas y alimentarios estadounidenses en respuesta a los aranceles de la administración Trump que están programados para entrar en vigor el martes, según el Global Times.
La respuesta de Pekín incluirá probablemente aranceles y medidas no arancelarias, informó el lunes el medio de noticias respaldado por el Partido Comunista, citando a una persona que no identificó. El Global Times, que no proporcionó detalles específicos, se utiliza ocasionalmente para señalar las posiciones de China al mundo exterior.
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La amenaza de una escalada de la guerra comercial hizo subir los precios de la harina de soja china -utilizada en la alimentación humana y animal- casi un 3%, el máximo en más de tres semanas. Una interrupción de los envíos de soja estadounidense podría tensar aún más el mercado.
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El presidente Donald Trump ha prometido duplicar el gravamen sobre China hasta el 20%, al tiempo que golpeará también a Canadá y México con amplios aranceles el 4 de marzo. La nación asiática es el mayor importador mundial de soja, que se suele triturar para obtener aceite de cocina y piensos, en particular para la gran cabaña porcina del país.
A principios del mes pasado, China tomó represalias contra los aranceles iniciales de Trump con gravámenes sobre una serie de productos estadounidenses, incluidos metales, gas natural licuado y maquinaria agrícola, pero se abstuvo de imponer aranceles sobre los propios cultivos.
El mercado chino de harina de soja se ha tensado este año, ya que las trituradoras comerciales evitaron reservar soja estadounidense por preocupaciones comerciales, mientras que las aduanas chinas retrasaron el despacho de algunos cargamentos, ya que las autoridades tratan de reforzar la industria local.
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Pekín impuso fuertes aranceles a una lista de productos agrícolas estadounidenses, incluida la soja, durante el primer mandato de Trump como presidente en respuesta a sus gravámenes, lo que provocó que las ventas de soja estadounidense a China se desplomaran casi un 80% en un periodo de dos años. Desde entonces, la nación asiática ha pasado a comprar más a Brasil.
Aún así, Estados Unidos sigue siendo una fuente importante de cereales para China, incluidos el trigo y el maíz. El viernes, un portavoz del Ministerio de Comercio chino dijo que la nación “contraatacará con todas las medidas necesarias para defender sus derechos e intereses legítimos” en respuesta a los aranceles entrantes.
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