Alianza Musk-Trump hace que los fondos de inversión del Golfo pongan sus ojos en EE.UU.

Una razón determinante son los nexos de los fondos con Musk, quien dirigirá conjuntamente el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración Trump

Elon Musk y el presidente electo de EE,UU. Donald Trump llegan para asistir al lanzamiento del sexto vuelo de prueba del cohete SpaceX Starship.
Por Dinesh Nair - Matthew Martin - Abeer Abu Omar
24 de noviembre, 2024 | 10:42 AM

Bloomberg — En las semanas previas a las elecciones presidenciales estadounidenses, uno de los miembros de la realeza más influyentes de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) se reunió con Elon Musk.

A los pocos días de saberse los resultados, el jefe del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita se fotografió junto a Donald Trump y el CEO de Tesla Inc. (TSLA) que le había ayudado a ganar a la Casa Blanca.

Para quienes ocupan altos cargos en las finanzas de Medio Oriente, como el jeque Tahnoon bin Zayed Al Nahyan, de los EAU y Yasir Al Rumayyan, de Arabia Saudita, la figura de Musk en el círculo íntimo del presidente electo supone una oportunidad considerable, según dijeron fuentes familiarizadas con el asunto, que no quisieron revelar su nombre por tratarse de información confidencial.

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Trump supervisó en su primer mandato el fortalecimiento de los lazos de EE.UU. con esa región petrolífera, en la que ya mantenía sólidas relaciones comerciales.

Los fondos del Golfo se muestran crecientemente optimistas de que la presencia de Musk les permitirá lograr todavía más acuerdos en EE.UU., sobre todo en áreas tan sensibles como la tecnología y la IA en las que la administración Biden estableció severas restricciones..

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Una razón determinante son los nexos de los fondos con Musk, quien dirigirá conjuntamente el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración Trump.

Al Rumayyan preside el PIF (por sus siglas en inglés, fondo de inversión pública), de US$925.000 millones, que ya respaldó la xAI de Musk en una ronda de financiación previa, con una inversión que no se ha divulgado públicamente, de acuerdo con una fuente familiarizada con el caso. Asimismo, se ha informado de que el fondo catarí ha comprometido dinero en una ronda más reciente.

El PIF también posee una parte de Kingdom Holding Co., una firma dirigida por el príncipe Alwaleed bin Talal que se encontraba entre los mayores patrocinadores de Musk cuando llevó a Twitter Inc. al sector privado y respaldó xAI por separado.

La Autoridad de Inversiones de Catar, valorada en US$510.000 millones, también fue inversora en la operación de Twitter, mientras que el conglomerado del jeque Tahnoon, valorado en US$245.000 millones, compró en 2020 una participación de control en un fondo que respaldaba SpaceX, de Musk.

Muchas de estas entidades también han trabajado anteriormente con el yerno de Trump, Jared Kushner. Su Affinity Partners obtuvo US$2.000 millones del PIF, así como inversiones de fondos soberanos de Catar y los EAU, según ha informado Bloomberg News.

“La reputación del presidente Trump como hombre de negocios al que le encanta hacer tratos presenta un caso más fácil para el entusiasmo regional”, dijo Robert Mogielnicki, académico residente senior en el Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington.

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“La marca Trump es familiar en todo el Golfo. El perfil empresarial de Trump se alinea muy bien con los enfoques de política exterior centrados en los negocios adoptados por la mayoría de los gobiernos del Golfo en los últimos años.”

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Los países del Golfo ricos en petróleoq ,ue en conjunto manejan unos US$4 billones en riqueza soberana, han tratado de reforzar su experiencia en tecnología y convertirse en centros mundiales de IA para reducir su dependencia de los ingresos procedentes del crudo.

Algunas de esas ambiciones se han visto obstaculizadas por la presión reguladora de la administración Biden, a la que ha preocupado que la tecnología sensible estadounidense pudiera llegar a China a medida que las naciones de Oriente Próximo estrechan lazos con el país asiático.

El Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos ha revisado varios acuerdos multimillonarios procedentes del Golfo por motivos de seguridad nacional, según informó Bloomberg News el año pasado,

En este contexto, la empresa de IA de Abu Dhabi G42 ha reducido su presencia en China y se ha introducido en mercados occidentales clave. La empresa, que el jeque Tahnoon supervisa como presidente, ha estado a la vanguardia del impulso de los EAU en el campo de la IA y cuenta con negocios que abarcan desde la computación en nube hasta los coches sin conductor. Microsoft Corp. (MSFT) invirtió US$1.500 millones en G42 el pasado mes de abril.

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Un funcionario de los EAU afirmó que las inversiones emiratíes en Estados Unidos superan el US$1 billón y que ambos países se han comprometido a profundizar en la colaboración en áreas como la tecnología y la IA.

Mientras tanto, el pasado mes de octubre, el Departamento de Comercio añadió gran parte de Medio Oriente a las restricciones a la exportación de chips que originalmente se centraban en China y un puñado de otros adversarios extranjeros. Eso ha significado que empresas como Nvidia Corp. (NVDA) han necesitado una licencia especial del gobierno estadounidense para enviar semiconductores de vanguardia a países como Arabia Saudita y a los EAU.

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Sin duda, Trump aún no ha nombrado a muchos asesores clave y sus políticas sólo se aclararán con el tiempo.

Ha demostrado ser impredecible a la hora de tomar decisiones, según personas familiarizadas con el asunto, que también dijeron que los Estados del Golfo podrían sentirse decepcionados si acaban teniendo desacuerdos con el nuevo presidente sobre el conflicto Irán-Israel.

El presidente electo también podría mostrarse reacio a permitir una relajación de las restricciones en las áreas más sensibles, como los chips, dada su agresiva postura frente a China. Algunos ejecutivos y banqueros, por su parte, señalaron que el entorno de negociación para los fondos de Oriente Próximo estaba mejorando incluso antes de las elecciones.

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Elon Musk estrecha la mano de Donald Trump durante un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, el 5 de octubre. Fotógrafa: Anna Moneymaker/Getty Images

Y a pesar de su trabajo con Musk, algunos en la región han tenido relaciones díscolas con él, aunque los lazos han mejorado desde entonces.

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Por ahora, los fondos del Golfo saben que para complacer a Trump, tendrán que mostrar un mayor compromiso con las inversiones en EE.UU. y prometer comprometer capital en la mayoría de las iniciativas que el presidente entrante quiere que respalden, según personas familiarizadas con su pensamiento.

También son muy conscientes de la necesidad de mantener un perfil más bajo en los acuerdos con China para evitar enemistarse con Trump, dijo una de las personas.

La mayoría de los fondos regionales de inversión ya están muy sesgados hacia las inversiones en EE.UU. Aunque han estado intentando reequilibrar las carteras hacia Asia, ese proceso puede ralentizarse, ya que buscan demostrar su compromiso de invertir en la mayor economía del mundo.

Algunos de ellos también están dirigidos por ejecutivos con un profundo conocimiento del mercado estadounidense, como Mohammed Al Sowaidi, del QIA, que ayudó a establecer la oficina del fondo allí. Los gobernantes de Catar “posiblemente se están anticipando a la dinámica de una presidencia de Trump”, dijo Salar Ghahramani, experto en fondos soberanos de la Universidad Estatal de Pensilvania y fundador de Global Policy Advisors.

Acuerdos de golf

El PIF de Arabia Saudita también ve a Estados Unidos como un socio clave para transformar la economía del reino, y ya está trabajando en una serie de inversiones potenciales en América. Hay optimismo en Riad de que una administración Trump entrante pueda detener una investigación del Senado sobre las inversiones del PIF en EE.UU., como parte de la cual los legisladores de ese país han estado intentando que Al Rumayyan testifique en persona.

El jefe del PIF ha jugado anteriormente al golf con Trump llevando un sombrero MAGA y, en el evento de la UFC, Al Rumayyan fue de los únicos forasteros que se sentaron con el grupo de Trump. Se le vio en plena conversación con el presidente electo y ambos fueron vistos más tarde sonriendo y haciéndose selfies con el teléfono móvil del ejecutivo saudí.

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El apoyo de Trump también podría venirle bien a Riad en su intento de cerrar un acuerdo propuesto de US$1.000 millones entre PGA (Asosciación porfesional de golf ) Tour Enterprises, una nueva entidad con ánimo de lucro creada para atraer financiación externa, y el PIF.

El presidente entrante tiene un largo historial de establecimiento de cálidos lazos con los países de Oriente Próximo. Él y el príncipe heredero Mohammed bin Salman (MBS) se han elogiado mutuamente con frecuencia en público, y Arabia Saudita fue el primer país que visitó Trump cuando se convirtió en presidente en 2017.

Bajo el mandato de Joe Biden, la relación bilateral se agrió inicialmente por las críticas del presidente al reino por el asesinato en 2018 del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi en el consulado saudíeita n Estambul, aunque los lazos mejoraron posteriormente.

Poco después de que Trump fuera reelegido, MBS, como se conoce al príncipe heredero saudí, expresó su alegría por el regreso del republicano al poder en una llamada nocturna, según informó entonces Bloomberg News.

Mientras tanto, Eric Trump intervendrá en un evento relacionado con el bitcoin (XBT) en Abu Dhabi el mes que viene. En una entrevista previa a las elecciones estadounidenses, el hijo del presidente electo dijo que su padre “adora” los EAU y tiene intención de visitar el país si gana.

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