Bloomberg — Los inversores deberían vender cualquier repunte del índice S&P 500 hasta que la Reserva Federal intervenga, y Estados Unidos y China desescalen la guerra comercial mundial, según Michael Hartnett, de Bank of America Corp. (BAC).
El estratega dijo que los aranceles del presidente Donald Trump y la consiguiente agitación del mercado estaban convirtiendo el excepcionalismo estadounidense en un “repudio de EE.UU.”. Recomienda una posición corta en acciones, hasta que el S&P 500 alcance los 4.800 puntos, y una apuesta larga en bonos del Tesoro a dos años.
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Mayores rendimientos de los bonos, acciones más bajas y un dólar más débil están “impulsando la liquidación de activos globales, lo que probablemente obligará a los responsables políticos a actuar”, escribió Hartnett en una nota. Pero los inversores deberían “vender las caídas en activos de riesgo”.
El S&P 500 se ha desplomado más de un 10% este año, a medida que la impredecible política arancelaria de Trump ha afectado la confianza a nivel global. El anuncio del presidente de la semana pasada sobre los aranceles arrasó con las acciones en todo el mundo y alimentó las preocupaciones sobre una recesión.
Esta semana, Trump dijo que iba a detener algunos aranceles durante 90 días, aunque aumentó los derechos de aduana sobre China al 145% después de que la segunda economía más grande del mundo dijera que aplicaría gravámenes según la ley del talión. El viernes, China dijo que elevará los aranceles sobre los productos estadounidenses al 125%.
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El S&P 500 registró su mayor alza desde 2008 después de que se detuvieran los aranceles, pero el jueves volvió a bajar, lo que indica poca convicción en la recuperación. Hartnett dijo que mantendría una posición corta hasta que la Reserva Federal recorte “fuertemente” las tasas de interés para romper el ciclo de liquidación y hasta que EE.UU. y China detengan la guerra comercial.
Recomendó comprar el S&P 500 en torno a los 4.800 puntos, una caída de otro 9% desde el cierre del jueves, “si el pánico político hace que la recesión sea corta/superficial”. Pero dijo que muchos inversionistas habían mostrado un “tremendo rechazo” a esa opinión, ya que esperan que una caída en las estimaciones de ganancias haga que el índice baje hasta los 4.000.
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