Bloomberg — California está demandando a la administración Trump por desplegar a la Guardia Nacional del estado en Los Ángeles para sofocar los disturbios por las redadas de inmigración del presidente.
La medida, anunciada en una conferencia de prensa el lunes, sigue a las tensiones por las protestas contra la deportación. Los manifestantes se han enfrentado a las fuerzas del orden, a veces de forma violenta, mientras el gobernador Gavin Newsom y el presidente Donald Trump intercambian culpas sobre la responsabilidad de restablecer el orden. La demanda aún no ha aparecido en los tribunales.
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“No nos tomamos a la ligera que el presidente abuse de su autoridad y movilice ilegalmente a las tropas de la Guardia Nacional de California”, dijo en la conferencia el fiscal general de California, Rob Bonta.
Los enfrentamientos se intensificaron el domingo por la noche, cuando algunos manifestantes cometieron actos de vandalismo y violencia, incluyendo la quema de autos. El jefe de policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, dijo que muchos de los primeros manifestantes en la ciudad habían sido pacíficos, pero que las condiciones se habían deteriorado a medida que otros sustituían a los manifestantes diurnos.
“Esta violencia que he visto es repugnante”, dijo McDonnell en una conferencia de prensa el domingo.
Manifestaciones
El presidente ha calificado las manifestaciones de “disturbios de migrantes” y dijo en su plataforma Truth Social que las agencias federales debían tomar “todas las medidas necesarias” para continuar las operaciones. Ha sugerido que Newsom sea arrestado. La deportación radical fue un sello distintivo de la campaña presidencial de Trump.
Newsom ha dicho que debe restablecerse el orden, pero que la magnitud de la violencia no justificaba federalizar la Guardia Nacional de California. Antes de presentar la demanda, dijo que había pedido formalmente a la Casa Blanca que se retractara del despliegue “ilegal” y devolviera las tropas a su mando, advirtiéndole de que eso solo avivaría las tensiones.
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Trump ha ordenado al Mando Norte de EE.UU. que asuma el control de la Guardia Nacional y envíe a 2.000 soldados a la zona “durante 60 días o a discreción del secretario de Defensa”, dijo la Casa Blanca. Hasta el momento, unos 300 soldados han sido desplegados en tres localidades del área metropolitana de Los Ángeles, según el Comando Norte.
Al llamar a las tropas, Trump emitió una proclama diciendo que las protestas “constituyen una forma de rebelión contra la autoridad del gobierno de los Estados Unidos”. Invocó una ley que da al presidente autoridad para utilizar la Guardia Nacional cuando hay una “rebelión o peligro de rebelión” contra el país o cuando es “incapaz con las fuerzas regulares para ejecutar las leyes de los Estados Unidos”.
En la rueda de prensa del lunes, Bonta dijo que “es una sección de la ley raramente utilizada e invocada, pero el lenguaje es claro en la ley. Uno, necesita que haya una rebelión. No hay rebelión”. Y añadió: “O dos, necesitas tener una invasión. No hay invasión. Tres, necesitas ser incapaz, con las fuerzas regulares, de ejecutar las leyes de los Estados Unidos”.
Con la colaboración de Alicia A. Caldwell y John Gittelsohn.
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