Bloomberg — China criticó el ataque estadounidense contra las instalaciones nucleares iraníes y reiteró que está dispuesta a unirse a los esfuerzos internacionales para restablecer la paz en Medio Oriente.
Pekín condena “enérgicamente” los ataques contra Irán, según una declaración de cuatro frases del Ministerio de Asuntos Exteriores el domingo.
“La medida estadounidense viola gravemente los propósitos y principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional y exacerba las tensiones en Medio Oriente”, afirmaba. “China pide a todas las partes en conflicto, especialmente a Israel, que cesen el fuego lo antes posible”.
El lunes, el diario estatal Global Times se sumó a las críticas, diciendo que el uso por parte de EE.UU. de bombas antibúnker empujaría “el conflicto Irán-Israel más cerca hacia un estado incontrolable”.
El presidente Donald Trump dijo que los bombarderos estadounidenses atacaron los tres principales emplazamientos nucleares de Irán y amenazó con más ataques si Teherán no capitula, metiendo a EEUU directamente en el conflicto del país con Israel a pesar de sus promesas de siempre de evitar nuevas guerras.
Pekín aún no ha ofrecido una ayuda sustancial a Teherán, aparte del apoyo retórico. El presidente Xi Jinping esbozó la semana pasada una propuesta de cuatro puntos para la guerra Irán-Israel en una llamada con el presidente ruso Vladimir Putin.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, pidió a China que hablara con los dirigentes de Irán para que no cerraran el Estrecho de Ormuz, la vía fluvial a la entrada del Golfo Pérsico por donde pasa aproximadamente una quinta parte de la producción mundial de crudo.

“Animo al gobierno chino de Pekín a que les llame al respecto porque dependen en gran medida del Estrecho de Ormuz para su petróleo”, declaró a Fox News.
China es la nación que más depende del petróleo que pasa por el estrecho, por donde transita un tercio de su crudo. Teherán podría tratar de tomar represalias por el ataque estadounidense intentando cerrar el punto de estrangulamiento. El parlamento iraní ha pedido el cierre de la vía marítima, según la televisión estatal iraní, una medida que necesitaría la aprobación explícita del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, para poder llevarse a cabo.

Irán ha prometido no dar marcha atrás, con su ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, diciendo que el país “se reserva todas las opciones para defender su soberanía, sus intereses y su pueblo” y advirtiendo que la medida de Estados Unidos “tendrá consecuencias eternas”.
Aunque China compra alrededor del 90% de las exportaciones de petróleo de Irán desafiando las restricciones estadounidenses, los riesgos de sanciones secundarias y la postura oficial contra la proliferación nuclear han impedido que Pekín intervenga.
Algunos analistas han sugerido que un Washington distraído podría ser una buena noticia para Pekín.
“Si esto se traduce en un compromiso prolongado de EE.UU. en Medio Oriente, también significaría una menor concentración en la vecindad inmediata de Pekín, tanto militar como diplomáticamente”, afirmó William Yang, analista principal para Asia nororiental del International Crisis Group.
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