Bloomberg — La Corte Suprema de Estados Unidos asestó un golpe a la congelación de la ayuda exterior ordenada por el presidente Donald Trump, restableciendo una orden de un tribunal inferior que exige el rápido desembolso de hasta US$2.000 millones adeudados a los contratistas por trabajos ya completados.
En cuatro votos en contra, los magistrados rechazaron la solicitud de Trump de anular la orden del tribunal de primera instancia, que afecta el dinero adeudado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Departamento de Estado. En su orden de un solo párrafo, la mayoría le dijo al juez que restableciera el plazo para pagar el dinero, ya que su plazo original ya pasó.
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El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y la jueza Amy Coney Barrett se unieron a los tres liberales que conforman la mayoría. Los jueces Samuel Alito, Clarence Thomas, Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh discreparon. Alito escribió para el grupo que estaba “atónito” por la decisión.
Los grupos humanitarios afirman que el dinero se necesita con urgencia. Afirman que la congelación está paralizando cientos de proyectos, obligando a los grupos socios de Usaid a despedir o suspender temporalmente a miles de trabajadores estadounidenses y poniendo a las personas que dependen de la asistencia en riesgo de enfermedad y muerte.
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En una orden emitida la semana pasada, el juez de distrito estadounidense Amir Ali dio a la administración 36 horas para pagar el trabajo realizado antes del 13 de febrero. Ali emitió esa directiva después de que grupos de ayuda ofrecieron evidencia de que la administración no estaba cumpliendo con su orden anterior de levantar la congelación de pagos.
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