Bloomberg — Estados Unidos arrancó el año fiscal 2026 con un déficit presupuestario de US$284.000 millones el mes pasado, lo que subraya el reto de la administración Trump de intentar reducir drásticamente las necesidades de endeudamiento federal en los próximos años.
Tras ajustar por diferencias en el calendario, el déficit de octubre marcó una contracción del 29% respecto al mismo mes del año anterior, según los datos publicados por el Tesoro el martes. Los ingresos aumentaron un 22%, ayudados por otra recaudación récord en concepto de derechos de aduana.
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El gasto durante el primer mes del ejercicio fiscal 2026 se mantuvo plano tras ajustar las diferencias de calendario. Mientras que el gasto en Medicare experimentó un gran salto, varios departamentos federales registraron descensos en sus desembolsos, lo que probablemente refleja en parte el fracaso del Congreso a la hora de aprobar los proyectos de ley de asignaciones anuales antes del inicio del año fiscal el 1 de octubre. Los legisladores aprobaron un paquete de financiación provisional el 12 de noviembre, desatando una oleada de gastos que podría reflejarse en el informe presupuestario de noviembre.
Las cifras también mostraron que las subidas arancelarias del presidente Donald Trump siguen ayudando a limitar las necesidades de endeudamiento federal. Los aranceles sumaron un total neto de US$31.000 millones en el mes. Eso se compara con una media de unos US$29.000 millones en los tres meses anteriores.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha pronosticado una aceleración en el ritmo y la cuantía de la recaudación de ingresos arancelarios, diciendo en agosto que EE.UU. tendría que “revisar sustancialmente al alza”. Ha pronosticado que el gobierno podría recaudar hasta US$500.000 millones anuales en este tipo de ingresos.
Incertidumbre arancelaria
Pero un caso pendiente ante el Tribunal Supremo sobre la legalidad de muchas de las subidas arancelarias de Trump ha arrojado una nube sobre esa fuente de efectivo. Trump también ha hecho flotar últimamente la idea de distribuir los ingresos arancelarios como dividendos a los ciudadanos estadounidenses, lo que aumentaría el endeudamiento del Tesoro.
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Mientras tanto, el gasto federal en partidas no discrecionales, como la Seguridad Social, la sanidad y los intereses de la deuda pública, sigue presionando al alza el déficit fiscal. Los ingresos arancelarios récord del año fiscal 2025 solo sirvieron para limitar lo que de otro modo sería otro déficit desmesurado, de US$1,78 billones.
Bessent ha pregonado un descenso de la ratio déficit/PIB al 5,9% desde el 6,4% como prueba de que las políticas de la administración Trump están funcionando. Ha hecho un llamamiento para reducir el ratio a “algo con un tres delante” al final del mandato de Trump.
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