Bloomberg — El presidente Donald Trump firmó una acción ejecutiva que impide a los extranjeros entrar en EE.UU. para estudiar en la Universidad de Harvard, acusando a la escuela de no aplicar la disciplina en el campus y fomentar un aumento dramático de la delincuencia.
Trump dijo que la universidad había respondido a una petición del gobierno federal sobre comportamiento violento, ilegal o amenazante en el campus identificando solo a tres estudiantes extranjeros matriculados en la universidad.
“Las acciones de Harvard demuestran que, o bien no está informando completamente de sus registros disciplinarios para estudiantes extranjeros, o bien no está vigilando seriamente a sus estudiantes extranjeros”, dijo Trump.
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El presidente también acusó a la universidad de haber “desarrollado extensos enredos con países extranjeros” y criticó a sus investigadores por asociarse con colegas chinos en formas que podrían impulsar el esfuerzo de modernización militar de Pekín.
“La conducta de Harvard la ha convertido en un destino inadecuado para estudiantes e investigadores extranjeros”, dijo Trump. “Hasta el momento en que la universidad comparta la información que el Gobierno Federal requiere para salvaguardar la seguridad nacional y el público estadounidense, es de interés nacional negar a los extranjeros el acceso a Harvard bajo los auspicios del intercambio educativo”.
Trump ha tratado de remodelar las políticas de Harvard en una amplia gama de cuestiones, incluidas las admisiones y las prácticas de contratación del profesorado, citando las protestas pro-palestinas y los incidentes de antisemitismo que sacudieron los campus universitarios tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamás. Harvard, sin embargo, se ha opuesto a las demandas de Trump, y ha visto cómo el gobierno federal recortaba la financiación y prohibía el acceso a los estudiantes internacionales.
La medida se produce incluso cuando un tribunal federal bloqueó los esfuerzos iniciales del Departamento de Seguridad Nacional para revocar la autorización de Harvard con el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio.
La acción de Trump puede permitir a la administración eludir un fallo de la jueza de distrito estadounidense Allison Burroughs que permitió a la universidad seguir matriculando estudiantes temporalmente. Eso le valió un reproche de la Casa Blanca, que sugirió que la jueza se había extralimitado.
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“Si estos jueces quieren ser secretarios de Estado o presidentes, que se presenten ellos mismos a las elecciones”, dijo a los periodistas la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, prometió en un post en X que el “Departamento de Justicia defenderá enérgicamente la proclamación del presidente suspendiendo la entrada de nuevos estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard basándose en preocupaciones de seguridad nacional”.
Hay unos 6.800 estudiantes internacionales matriculados en Harvard, lo que representa alrededor del 27% del alumnado.
Estados Unidos ya ha congelado más de US$2.600 millones en fondos federales para la investigación en Harvard y ha dicho que la escuela no puede optar a futuros fondos federales.
Anteriormente, el miércoles, la Administración Trump anunció que estaba pidiendo a una agencia que revocara la acreditación de la Universidad de Columbia, en otro esfuerzo por apuntar a las escuelas de alto perfil.
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