Bloomberg — El ejército estadounidense atacó el martes un supuesto barco dedicado al narcotráfico en el océano Pacífico oriental, ampliando así una controvertida campaña contra los cárteles que hasta ahora se había limitado al Mar Caribe.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció este miércoles el ataque en una publicación en redes sociales, diciendo que “dos narcoterroristas” habían muerto. “Los narcoterroristas que pretenden traer veneno a nuestras costas no encontrarán ningún refugio seguro en nuestro hemisferio”, escribió Hegseth.
Yesterday, at the direction of President Trump, the Department of War conducted a lethal kinetic strike on a vessel being operated by a Designated Terrorist Organization and conducting narco-trafficking in the Eastern Pacific.
— Secretary of War Pete Hegseth (@SecWar) October 22, 2025
The vessel was known by our intelligence to be… pic.twitter.com/BayDhUZ4Ac
El presidente Donald Trump ha impulsado una acción militar más agresiva contra los cárteles de la droga latinoamericanos. La naturaleza letal de los ataques ha llevado a algunos críticos a acusar al gobierno estadounidense de llevar a cabo ejecuciones extrajudiciales en lugar de seguir el procedimiento habitual: detener los barcos, confiscar las drogas y arrestar a los que se encuentran a bordo.
Pero esos ataques se habían limitado en gran medida a una zona frente a la costa caribeña de Venezuela, cuyo gobierno, según la administración, está alimentando el tráfico de drogas. Los ataques en el Pacífico sugieren que la administración ahora tiene como objetivo los barcos frente a la costa de Colombia.
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La última acción sugiere que “no se trata solo de un cambio de régimen en Venezuela, sino esencialmente de una ofensiva contra los flujos de drogas en general, incluyendo ahora el Pacífico”, dijo Evan Ellis, profesor de la Escuela de Guerra del Ejército especializado en América Latina.
La administración Trump ha intensificado la guerra de palabras con Colombia y el presidente Gustavo Petro, a quien Trump ha tildado de “líder ilegal de las drogas” y al que ha cortado toda ayuda. Trump también ha amenazado con imponer nuevos aranceles.
Petro ha criticado duramente la operación estadounidense en el Caribe, afirmando que la mayor parte del tráfico de drogas hacia Norteamérica tiene lugar en el océano Pacífico, y que solo alrededor del 3% procede de Venezuela.
El ataque en el Pacífico sugiere que Estados Unidos considera importante presionar a los principales países de origen de los estupefacientes, como Colombia, y no solo a los países de tránsito, como Venezuela.
El Ministerio de Defensa de Colombia declinó hacer comentarios sobre el ataque, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Ellis advirtió en contra de interpretar los ataques como una señal de que EE.UU. está reduciendo la presión sobre Venezuela o su líder, Nicolás Maduro, a quien la administración Trump ha acusado de dirigir un estado narcoterrorista corrupto.
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