EE.UU. añade 60 centros de detención de inmigrantes y apunta al millón de arrestos al año

Las últimas redadas han barrido lavaderos de autos, centros de venta ambulante y aparcamientos de Home Depot donde se congregan jornaleros en busca de trabajo.

En conjunto, entre el 27 de mayo y el 9 de junio se retuvieron a unas 5.600 personas al día, según un recuento de los datos de población media diaria.
Por Alicia A. Caldwell - Elena Mejía
07 de julio, 2025 | 01:19 PM

Bloomberg — La administración Trump está tejiendo una red más amplia de centros de detención de inmigrantes, ampliando la capacidad en miles de camas mediante acuerdos con cárceles locales y contratistas privados en todo el país.

Alrededor de 60 cárceles y prisiones locales, estatales y federales adicionales han comenzado a albergar a inmigrantes recién arrestados que se enfrentan a la deportación desde la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero, según cifras del Gobierno analizadas por Bloomberg.

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Las instalaciones incluyen cinco gestionadas por la Oficina Federal de Prisiones, cuatro operadas por contratistas privados como CoreCivic Inc. y GEO Group Inc. y dos emplazamientos en la base naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo, en Cuba. En conjunto, retuvieron a unas 5.600 personas al día entre el 27 de mayo y el 9 de junio, según un recuento de los datos de población media diaria.

Cárceles, prisiones y centros de detención con contratos del ICE, por tipo de instalación.

La administración está ampliando su capacidad a medida que avanza para llevar a cabo más de un millón de detenciones al año, lo que depende de disponer de espacio suficiente para retener a las personas hasta que puedan ser deportadas. Los acuerdos con centros de detención adicionales permitieron al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. retener a más de 59.000 personas a finales de junio, a pesar de que el Congreso había financiado aproximadamente 41.500 camas de detención.

Junto al impulso del gobierno federal para añadir más espacio, al menos un estado dirigido por republicanos se está moviendo rápidamente para construir sus propias instalaciones.

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Florida inauguró la semana pasada un complejo de tiendas de campaña en los remotos Everglades, apodado “Alligator Alcatraz” por su pantanosa ubicación. Se espera que el lugar, instalado en un aeródromo fuera de servicio, albergue hasta 3.000 inmigrantes, incluidos los arrestados por el ICE y por agentes estatales y locales autorizados a realizar detenciones de inmigrantes en virtud de un acuerdo federal.

Trump ha elogiado las instalaciones y su ubicación, señalándolas como un modelo para los estados que buscan desempeñar un papel más contundente en la aplicación de las leyes de inmigración. “Tienen un montón de policías en forma de caimanes”, dijo durante una visita la semana pasada. “No me gustaría correr por los Everglades durante mucho tiempo. Eso mantendrá a la gente donde debe estar”.

En mayo, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo a los legisladores durante una audiencia sobre el presupuesto que la administración quería ampliar la capacidad de detención de inmigrantes hasta al menos 100.000 camas disponibles. Semanas después de esa audiencia, ella y Stephen Miller, el principal asesor de inmigración y subjefe de gabinete de Trump, ordenaron a los altos funcionarios del ICE que alcanzaran un mínimo de 3.000 detenciones al día.

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Aunque las autoridades han luchado por alcanzar ese objetivo, el promedio de detenciones diarias aumentó a 1.000 en junio, cuando los agentes del ICE se asociaron con funcionarios federales de todo el gobierno, incluidos la Oficina Federal de Investigaciones, la Administración para el Control de Drogas y el Servicio de Impuestos Internos. Las redadas han barrido lavaderos de autos, centros de venta ambulante e incluso aparcamientos de Home Depot donde se congregan jornaleros en busca de trabajo.

EE.UU. ha visto antes la expansión de su sistema de detención de inmigrantes, pero nada a la escala que ahora se propone, según Doris Meissner, que dirigió el ya desaparecido Servicio de Inmigración y Naturalización durante la administración Clinton.

Meissner dijo que una ley de inmigración de 1996 marcó un punto de inflexión, al exigir que se mantuviera bajo custodia a ciertos inmigrantes que se enfrentaban a la deportación. También amplió la lista de delitos deportables.

“La combinación aumentó enormemente la población de personas consideradas delincuentes y sujetas a detención obligatoria”, dijo Meissner, que ahora dirige el programa de política de inmigración del Instituto de Política Migratoria.

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Aun así, los planes actuales de la administración Trump superan esa época tanto en tamaño como en alcance, dijo Meissner.

El viernes, Trump firmó un amplio proyecto de ley presupuestaria que incluye US$45.000 millones para nuevas cárceles de inmigrantes -parte de US$150.000 millones en nuevos fondos para llevar a cabo su agenda de inmigración y control fronterizo.

Al mismo tiempo, las detenciones de inmigrantes atrapados cruzando ilegalmente la frontera suroeste se han desplomado a mínimos no registrados desde la década de 1960. El DHS dijo esta semana que unas 6.000 personas fueron detenidas a lo largo de las casi 2.000 millas de frontera entre EE.UU. y México en junio.

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