Bloomberg — Estados Unidos designó como “organizaciones terroristas extranjeras” a dos poderosas bandas haitianas a las que acusa de desestabilizar el país y amenazar los intereses estadounidenses, lo que aumenta la presión sobre los grupos que controlan gran parte del comercio del país.
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El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó en un comunicado el viernes que los dos grupos —la coalición Viv Ansanm y Gran Grif— eran “la principal fuente de inestabilidad y violencia en Haití” y “una amenaza directa para Estados Unidos”.
La designación significa que las personas y entidades que realicen transacciones con estos grupos o les proporcionen recursos podrían enfrentarse a procesos penales, una amenaza que pone en peligro el suministro de energía y alimentos a esta nación caribeña asolada por la violencia, dado que las bandas controlan las principales carreteras y rutas de transporte de mercancías. Las Naciones Unidas afirman que las bandas han matado o herido a 2.505 personas durante los tres primeros meses del año.
El ministro de Economía de Haití, Alfred Metellus, estimó recientemente que los grupos armados ganan entre US$60 millones y US$100 millones al año cobrando peajes a los contenedores de transporte, según informó el periódico Gazette Haiti.
Existe la preocupación de que atacar a las bandas que controlan gran parte del país pueda poner en peligro el comercio con Estados Unidos. El año pasado, Estados Unidos exportó a Haití productos por un valor de US$1.200 millones, entre ellos arroz, productos petrolíferos y aves de corral. Importó US$616,8 millones del país, principalmente textiles.
La designación de organización terrorista también podría aumentar los riesgos para la industria armamentística estadounidense. Según la ONU, la gran mayoría de las armas utilizadas por las bandas haitianas son introducidas de contrabando desde Estados Unidos, principalmente desde Florida. China y otros países han criticado a Washington por no hacer más para hacer cumplir el embargo de armas a Haití.
Rubio afirmó que las dos bandas estaban “comprometidas en el derrocamiento del gobierno de Haití” y en “crear un Estado controlado por las bandas, donde el tráfico ilícito y otras actividades delictivas operen libremente y aterroricen a los ciudadanos haitianos”.
“La era de la impunidad para quienes apoyan la violencia en Haití ha terminado”, afirmó.
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