Bloomberg — Aproximadamente 450 personas que estaban en las instalaciones de Hyundai Motor Co. en Georgia, valoradas en US$7.600 millones, fueron detenidas tras una investigación sobre prácticas laborales, lo que provocó la paralización de la construcción de una fábrica cercana que producirá baterías para vehículos eléctricos.
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La detención de los trabajadores que, según dijo la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos en una publicación del jueves en X estaban empleados ilegalmente, fue parte de una importante operación que también incluyó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y al Buró Federal de Investigaciones.
La redada se centró en la obra de la planta de baterías y las agencias investigan denuncias de prácticas laborales ilegales y otros delitos federales graves, según informó Associated Press, citando a la portavoz de ICE, Lindsay Williams, y al Departamento de Seguridad Nacional. Las agencias no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios enviadas por correo electrónico por Bloomberg News fuera del horario laboral.
LG Energy Solution Ltd., socio de la planta de baterías, dijo en un comunicado que estaba evaluando la situación y trabajando con el gobierno coreano y otras autoridades para garantizar la seguridad y la rápida liberación de sus empleados y socios.
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Hyundai dijo en un comunicado que está al tanto del incidente en la empresa conjunta HL-GA Battery Co. y lo está investigando.
Estamos monitoreando de cerca la situación y trabajando para comprender las circunstancias específicas. Hasta el día de hoy, entendemos que ninguno de los detenidos trabaja directamente para Hyundai Motor Company.
Esta operación se suma a una serie de redadas de alto perfil en lugares de trabajo por parte de agentes de inmigración en todo Estados Unidos, cumpliendo la promesa del presidente Donald Trump de llevar a cabo la mayor operación de deportación de la historia. Más de 40 personas fueron detenidas en una planta de procesamiento de alimentos en el estado de Nueva York el jueves, según la gobernadora Kathy Hochul.
Se estima que los inmigrantes no autorizados representan un 5% de la fuerza laboral estadounidense y la creciente represión amenaza con eliminar cientos de miles de millones de dólares en producción económica.
Corea del Sur se está consolidando como un importante inversor en Estados Unidos gracias al reciente acuerdo comercial entre ambos países. El acuerdo incluye un fondo de US$350.000 millones para ayudar a las empresas coreanas a entrar en el mercado estadounidense, con US$150.000 millones destinados a la industria de la construcción naval. Además, se prevé que empresas privadas inviertan directamente otros US150.000 millones en Estados Unidos.
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Corea del Sur expresó su pesar por el hecho de que las autoridades estadounidenses allanaron un sitio de construcción de una planta de baterías coreana en Georgia y detuvieron a varios ciudadanos surcoreanos, sin mencionar los nombres de las empresas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores declaró en un comunicado que las actividades económicas de los inversores coreanos, así como los derechos e intereses de sus ciudadanos, no deberían verse “infringidos injustamente” durante las acciones de las fuerzas del orden estadounidenses. Las autoridades enviaron personal consular al lugar para responder a la situación.
Hyundai comenzó a fabricar vehículos eléctricos en la planta de Georgia hace un año y la planta emplea a unas 1.200 personas. Las operaciones en la planta de fabricación de vehículos eléctricos no se interrumpieron, según declaró a AP la portavoz de la planta, Bianca Johnson. El fabricante surcoreano tiene otra planta importante en Alabama, donde fabrica los crossovers Tucson y los SUV Santa Fe.
La redada se produce mientras el presidente de Hyundai, Euisun Chung, tiene previsto hablar la próxima semana en una conferencia de la industria automotriz en Detroit.
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