Bloomberg — Estados Unidos rechazó un informe respaldado por las Naciones Unidas que declaraba una hambruna en Gaza, rompiendo con otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU al negar que Israel estuviera involucrado en una “política de hambruna” en el enclave como parte de la guerra con Hamas.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles, la embajadora interina de Estados Unidos, Dorothy Shea, afirmó que las naciones “solo pueden resolver problemas con credibilidad e integridad. Desafortunadamente, el reciente informe del Comité de Protección de los Pueblos (CPI) no supera la prueba en ninguno de los dos aspectos”. Acusó a uno de los autores del informe de tener un “largo historial de parcialidad contra Israel”, sin especificar quién era.
Los comentarios de Shea suponen la respuesta más detallada de la administración Trump hasta el momento al informe de la Clasificación Integrada de la Fase de la Seguridad Alimentaria, que vigila el hambre en el mundo con el respaldo de la ONU y otras agencias de ayuda.
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La oficina del CIP en Roma no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios enviada fuera del horario laboral.
El presidente Donald Trump ha guardado silencio hasta ahora sobre el informe, aunque el lunes hizo un llamamiento para que el conflicto termine pronto. Él y su equipo tenían previsto mantener una reunión sobre el conflicto con altos cargos israelíes en Washington el miércoles.
El informe indicó que más de 640.000 personas en el territorio palestino, aproximadamente un tercio de la población de Gaza, de 2 millones, se enfrentarán a “niveles catastróficos de inseguridad alimentaria” para finales de septiembre. Esto incrementó la presión sobre Israel, y la Unión Europea instó al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu a proporcionar “acceso humanitario inmediato, sin trabas y sostenido”.
Las organizaciones de la ONU llevan meses advirtiendo del hambre y la desnutrición generalizadas en Gaza, sobre todo después de que Israel bloqueara la entrada de ayuda internacional tras la expiración de la tregua más reciente en marzo.
Shea ofreció una versión diferente, afirmando que Israel había “permitido el flujo de una cantidad sin precedentes de más de dos millones de toneladas de ayuda a la Franja de Gaza”. Exhortó a la ONU a dejar de “hacerse eco de narrativas falsas, que solo envalentonan a Hamás, prolongan la guerra y perjudican a la población civil de Gaza”.
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Una vez finalizada la reunión del Consejo de Seguridad, Estados Unidos declinó unirse a los otros 14 miembros del organismo para pedir el fin de los combates en Gaza. Emitieron una declaración en la que pedían “un alto el fuego inmediato, incondicional y permanente” al conflicto y solicitaban a Israel que levantara las restricciones a la ayuda.
“Se trata de una crisis provocada por el hombre”, declaró Trishala Persaud, embajadora adjunta de Guyana. “La hambruna en Gaza debe detenerse inmediatamente. Debe respetarse el Derecho Internacional Humanitario”.
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