Bloomberg — Los ingresos arancelarios de EE.UU. alcanzaron un nuevo récord mensual en julio, aunque el aumento no fue suficiente para evitar una ampliación del déficit presupuestario mensual, lo que apunta a los continuos desafíos fiscales del gobierno federal.
Los derechos de aduana ascendieron a US$28.000 millones el mes pasado, lo que supone un aumento del 273% respecto a julio del año pasado, según mostró este martes un comunicado del Departamento del Tesoro. Al mismo tiempo, el déficit presupuestario mensual se situó en US$291.000 millones, un 10% más que en el mismo mes del año anterior, una vez contabilizadas las diferencias de calendario.
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A medida que el año fiscal se acerca a su final en septiembre, EE.UU. se encamina hacia otro déficit desmesurado. La brecha para los 10 meses hasta julio pesa US$1,63 billones. Eso es un 4% más estrecho que el año anterior, después de ajustar las diferencias en el calendario y eliminar el impacto de los pagos de impuestos diferidos recibidos en 2024, dijeron funcionarios del Tesoro a los periodistas en una llamada.
En lo que va de año fiscal, los ingresos arancelarios han alcanzado los US$142.000 millones. En junio, la mayor recaudación arancelaria ayudó al gobierno a anotar un raro superávit mensual, de US$27.000 millones, el primer junio en números negros desde 2015. Para todo 2025, los ingresos arancelarios podrían alcanzar los US$300.000 millones, según el secretario del Tesoro, Scott Bessent. “Existe la posibilidad de que sea mayor” en 2026, dijo en MSNBC el 7 de agosto.
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Aún así, la mayoría de los economistas, junto con la Oficina Presupuestaria del Congreso, no partidista, prevén que el proyecto de ley de impuestos y gastos del presidente Donald Trump, promulgado el mes pasado, empeore los déficits fiscales estadounidenses durante la próxima década.
Los costos de los intereses de la deuda pública, junto con el mayor gasto en Medicare y Seguridad Social, siguen constituyendo una gran parte del aumento del déficit en comparación con el periodo anterior a la crisis.
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