Bloomberg — El presidente Donald Trump se reunirá con el CEO de Nvidia Corp. (NVDA), Jensen Huang, en la Casa Blanca este viernes mientras Estados Unidos se prepara para aplicar aranceles a los semiconductores, sopesa el destino de un programa de subsidios e investiga si la startup china de inteligencia artificial DeepSeek eludió los controles de exportación para obtener los productos de los fabricantes de chips.
La reunión se produce al final de una semana complicada para Nvidia. DeepSeek lanzó su modelo R1, que se consideró competitivo con los chatbots de otras empresas a una fracción del costo. Eso planteó preguntas sobre los miles de millones de dólares en gastos planeados para desarrollar tecnología de inteligencia artificial y si Pekín ha cerrado la brecha con Estados Unidos en ese ámbito.
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La reacción del mercado que siguió fue particularmente dura para Nvidia, el mayor proveedor de chips utilizados para entrenar softwares de IA, y las acciones de la compañía se desplomaron el lunes en una de las mayores liquidaciones de la historia por la preocupación de que el método de DeepSeek para desarrollar software de IA efectivo no requiere tanto del costoso equipo que vende Nvidia.
Los funcionarios de la administración Trump han comenzado a investigar si la compañía china compró chips Nvidia prohibidos a través de intermediarios en Singapur, eludiendo las restricciones estadounidenses a las ventas de chips utilizados para tareas de inteligencia artificial, según personas familiarizadas con el asunto.
Los planes para la reunión entre Trump y Huang fueron compartidos por personas familiarizadas con el asunto bajo condición de anonimato, y fueron reportados primero por Gray Television News. Un portavoz de Nvidia se negó a hacer comentarios.
La reunión del viernes será la primera entre Trump y Huang, el jefe del fabricante de chips más valioso del mundo, según personas familiarizadas con el asunto. Nvidia es fundamental para el auge de la inteligencia artificial y sus chips han adquirido importancia geopolítica en la creciente carrera entre Estados Unidos y China por la inteligencia artificial.
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La compañía ha presionado furiosamente en las últimas semanas contra los controles radicales sobre las ventas globales de sus procesadores, y Huang ha expresado optimismo sobre la posibilidad de aliviar las cargas regulatorias bajo la administración de Trump.
Trump necesitará meses para dotar de personal a los equipos responsables de esas políticas, pero hay indicios tempranos de que su administración adoptará una postura firme respecto de las ventas de tecnología estadounidense a China. Algunos funcionarios de Trump están interesados en limitar las exportaciones de chips menos avanzados que Nvidia.
Howard Lutnick, el candidato de Trump para secretario de Comercio, sugirió durante su audiencia de confirmación el miércoles que DeepSeek había evadido los controles de exportación de Estados Unidos y prometió una respuesta “muy fuerte”. Si se confirma, Lutnick estaría a cargo de la Oficina de Industria y Seguridad, que es responsable de redactar y aplicar controles amplios sobre las ventas de chips y equipos de fabricación relacionados a China.
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Trump ha tratado de apaciguar las preocupaciones sobre el progreso de DeepSeek, que describió como una “llamada de atención” y un “acontecimiento positivo”. En su segundo mandato, Trump se ha comprometido a “hacer de Estados Unidos la capital mundial de la inteligencia artificial”, firmando una orden ejecutiva que pedía la creación de un grupo interinstitucional para asesorar sobre políticas y eliminar los requisitos de seguridad y transparencia para los desarrolladores de IA establecidos por su predecesor Joe Biden.
También reveló una inversión de US$100.000 millones en infraestructura de inteligencia artificial (con objetivos de US$500.000 millones en el futuro) de Sam Altman de OpenAI, Masayoshi Son de SoftBank Group Corp. y Larry Ellison de Oracle Corp. (ORCL).
Trump ha dicho que en un futuro próximo se introducirán nuevas “soluciones de inteligencia artificial” de Estados Unidos. El jueves, Altman adelantó los nuevos avances en los productos de OpenAI en una reunión a puertas cerradas en Washington a la que asistieron funcionarios del Congreso y la Casa Blanca, y aprovechó la reunión para instar a los responsables políticos estadounidenses a realizar grandes inversiones en infraestructura física para apoyar el desarrollo de la inteligencia artificial.
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