Bloomberg — El Departamento de Defensa de EEUU está exigiendo a los periodistas que acepten utilizar sólo información preaprobada sobre el ejército o perderán sus credenciales para cubrir el Pentágono, el último esfuerzo de la administración Trump para dar forma a la información de los medios.
La nueva norma -que forma parte de un proceso actualizado de acreditación de la prensa presentado a las organizaciones de noticias esta semana- llegó en un memorando del portavoz del Pentágono, Sean Parnell. El memorando decía que se exigirá a los periodistas que firmen el formulario de 10 páginas como condición para recibir y mantener un pase de prensa para informar sobre el Departamento de Defensa.
Cualquiera que firme acepta que la información del Pentágono “debe ser aprobada para su divulgación pública por un funcionario autorizado apropiado antes de que se divulgue, incluso si no está clasificada”.
Para justificar la nueva restricción, el Pentágono dice que debe proteger la información clasificada de seguridad nacional, así como cualquier cosa designada como “información no clasificada controlada.”
El New York Times emitió una declaración diciendo que tales restricciones “están en total desacuerdo con las protecciones constitucionales de una prensa libre en una democracia”.
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Al menos un legislador conservador se quejó de la nueva política. El representante republicano Don Bacon, de Nebraska, publicó en X que la nueva política de prensa es “tan tonta” que le resultaba difícil de creer.
“No queremos un montón de periódicos Pravda que sólo pregonen la posición oficial del gobierno”, dijo, refiriéndose al medio soviético. “Una prensa libre hace mejor a nuestro país”.
Los enfrentamientos del segundo mandato del presidente Donald Trump con los medios de comunicación se recrudecieron esta semana, cuando la cadena ABC, propiedad de Walt Disney Co, sacó de antena al presentador nocturno Jimmy Kimmel por sus comentarios sobre el activista conservador asesinado Charlie Kirk, tras una campaña de presión que incluyó amenazas del presidente federal de Comunicaciones, Brendan Carr.
En abril, la Casa Blanca eliminó el acceso a la reserva de prensa para los servicios de noticias, que había estado vigente durante mucho tiempo, después de que un tribunal federal ordenara a la administración que restableciera las credenciales para The Associated Press.
Eso siguió a una demanda de AP cuando la Casa Blanca empezó a restringir su cobertura de la Casa Blanca después de que el servicio de cable se negara a llamar al Golfo de México con el nuevo nombre que le dio Trump, Golfo de América, un cambio que otros países no reconocen.
Trump también volvió a cambiar el nombre del Departamento de Defensa al que tenía antes de la Segunda Guerra Mundial, Departamento de Guerra, pero el cambio requiere que el Congreso lo finalice.
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