Bloomberg — El presidente Donald Trump dijo que es probable un cierre del gobierno de Estados Unidos, citando un estancamiento entre su partido y los demócratas.
“Seguiremos hablando con los demócratas, pero creo que es muy posible que acabemos con un país cerrado durante un tiempo”, dijo Trump el viernes en el Despacho Oval.
La perspectiva de un cierre aumentó después de que los senadores republicanos y demócratas bloquearon el viernes por la mañana planes rivales para proporcionar financiación temporal.
El Senado, que puede tardar varios días en aprobar legislación, abandonó después la ciudad para un receso que durará hasta el 29 de septiembre. La Cámara de Representantes tiene previsto un receso más largo que se prolongará hasta el 7 de octubre.
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Los mercados financieros tienden a restarle importancia a las amenazas de un cierre, considerándolas simplemente una retórica más acalorada de Washington, dado el historial de enfrentamientos resueltos en el último minuto. Ambas partes están más atrincheradas en este momento, por lo que un cierre es más probable y más difícil de poner fin.
Según un análisis de Bloomberg Intelligence, es poco probable que los mercados de renta variable estadounidenses, las empresas de gran capitalización y los principales contratistas del gobierno se vean muy afectados en un cierre breve, incluso si se prolonga durante unas semanas. Pero un lapso de financiación más largo podría empezar a afectar al crecimiento económico, con un cierre de un mes reduciendo el crecimiento trimestral del PIB en 0,4 puntos porcentuales como regla general, según Bloomberg Economics.
Los demócratas exigen un aumento en el gasto en atención médica, mientras que los republicanos se niegan a seguir adelante y en su lugar apoyan un proyecto de ley simple para mantener las luces encendidas hasta el 21 de noviembre.
Los líderes republicanos esperan que los demócratas abandonen sus exigencias y cedan a medida que se acerca la fecha límite, en lugar de arriesgarse a ser culpados por una interrupción de los servicios gubernamentales.
“La elección está bastante clara”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, justo antes de la votación de la cámara a primera hora del viernes. “Va a ser la financiación del gobierno a través de una resolución continua limpia y a corto plazo o va a ser un cierre del gobierno. Esa es la elección que tienen los demócratas”.
El plan republicano de financiación provisional solo obtuvo 44 votos, quedándose corto de los 60 votos necesarios para superar los obstáculos de procedimiento en el Senado.
El líder demócrata Chuck Schumer presentó un plan rival para financiar el gobierno hasta el 31 de octubre y que fracasó en una votación de 47 a 45. Thune calificó la propuesta de “poco seria” al instar a sus miembros a unirse para oponerse a ella.
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La medida demócrata de US$1,5 billones destinaría US$350.000 millones a ampliar de forma permanente los subsidios fiscales del Obamacare que expiran para la clase media y revertiría un recorte de casi un billón de dólares al gasto en Medicaid promulgado por los republicanos como parte de la legislación fiscal de Trump este verano.
Schumer argumentó que una batalla sobre los subsidios era necesaria ahora, dado que las aseguradoras enviarán los avisos de aumento de las primas el 1 de noviembre. Thune ha dicho que “examinaría” la cuestión del Obamacare más adelante en el año.
“Los estadounidenses verán el marcado contraste entre el plan republicano de continuar con el status quo de los recortes y los altos costos de la atención médica de Donald Trump y el plan demócrata de evitar un cierre mientras se reducen las primas, se arregla Medicaid y se protegen los fondos para la investigación científica y médica”, dijo Schumer el jueves en el Senado.
Los demócratas, incapaces de frenar la agenda de Trump o incluso de obtener mucha atención mediática por sus esfuerzos, están bajo una creciente presión para arriesgarse a un cierre. En marzo, Schumer se echó atrás ante una amenaza similar y permitió que 10 demócratas votaran a favor de una ley de gasto temporal. Esta vez está adoptando una línea más dura, incluso mientras algunos de los mismos 10 senadores se niegan a decir cómo votarán al final.
La Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley de gasto provisional del Partido Republicano, con el voto a favor de un solo demócrata de la Cámara.
La medida republicana contiene un grupo de cambios políticos, entre ellos un aumento de los fondos de seguridad para legisladores y funcionarios federales y una disposición que permite al Distrito de Columbia gastar sus propios impuestos en el próximo año fiscal.
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Johnson consiguió ganarse a algunos conservadores, profundamente preocupados por su propia seguridad tras el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, con la promesa de proporcionar más dinero para su seguridad personal este mismo año.
Es necesario un proyecto de ley provisional para mantener en funcionamiento las agencias gubernamentales después de fin de mes porque el Congreso, como viene siendo habitual, no ha conseguido aprobar a tiempo ninguno de los proyectos de ley de asignaciones anuales.
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