Bloomberg — Los votantes de Virginia, Nueva Jersey, Nueva York y California pronto ofrecerán las pistas más claras y tempranas sobre el panorama político estadounidense de cara a las trascendentales elecciones de mitad de mandato del próximo año.
Las llamadas elecciones intermedias son en parte referéndum, en parte barómetro, en parte guía y posiblemente en parte trampolín. Los republicanos buscarán indicios sobre cómo los estadounidenses califican al presidente Donald Trump y la gestión de su partido, así como sobre lo que les depara el futuro cuando ya no esté en la boleta electoral.
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Los demócratas siguen tratando de encontrar su camino un año después de haber sido derrotados por Trump y el Partido Republicano. Pero aunque los candidatos se centraron en gran medida en torno al mismo mensaje de la economía y la asequibilidad, las elecciones están poniendo de relieve una fractura ideológica en el partido. Abigail Spanberger y Mikie Sherrill son consideradas demócratas de centro-izquierda, pero en Nueva York los votantes demócratas nominaron al autodenominado socialista democrático Zohran Mamdani, que ha disfrutado de una amplia ventaja en las encuestas.
Mientras tanto, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha apostado su futuro político, incluyendo una posible candidatura demócrata a la Casa Blanca, a impulsar una iniciativa electoral para redistribuir los distritos del estado más grande de Estados Unidos, en respuesta a la cruzada de manipulación electoral del propio Trump.
El primer vistazo se produce en la carrera por la gobernación de Virginia, que tiene un historial poco amable con los presidentes en ejercicio: 11 de las últimas 12 elecciones a gobernador las ha ganado el partido que no controla la Casa Blanca. Las encuestas dan ventaja a Spanberger frente a la vicegobernadora republicana Winsome Earle-Sears.
Spanberger, exoficial de la CIA y congresista durante tres mandatos, se ha centrado en la economía del estado y en el cierre del gobierno federal durante un mes que ha dejado a miles de trabajadores federales de Virginia sin sueldo. Earle-Sears, veterana de los marines y primera mujer negra elegida en todo el estado, ha hecho hincapié en la inmigración y los derechos de los padres, un tema que ayudó a ganar hace cuatro años al gobernador Glenn Youngkin, de mandato limitado.
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En Nueva Jersey, los demócratas esperan prolongar su dominio de la gobernación en un estado que habitualmente vota azul para las presidenciales, pero que se inclinó hacia los republicanos en las últimas elecciones presidenciales. Sherrill, congresista, veterana de la Marina y exfiscal, se enfrenta al exasambleísta Jack Ciattarelli, que estuvo a punto de desbancar al gobernador demócrata Phil Murphy en 2021.
La carrera de Nueva Jersey será una señal temprana de si la coalición de Trump, que hizo incursiones entre los votantes blancos de clase trabajadora en el estado, se mantendrá con el GOP cuando él no esté en la papeleta. Trump ha respaldado a Ciattarelli, que ha hecho campaña sobre el recorte de impuestos y los costos energéticos, mientras que Sherrill ha hecho hincapié en la financiación del tránsito y el cuidado infantil.
En Nueva York, Mamdani, asambleísta de 34 años y autodenominado socialista democrático, es favorito para ganar la alcaldía tras derrotar al exgobernador Andrew Cuomo en las primarias demócratas.
Si resulta elegido, Mamdani se convertiría en el primer alcalde musulmán y sudasiático de la ciudad. Su ascenso -construido sobre una campaña centrada en los costos de la vivienda y la desigualdad económica- ha alarmado a Wall Street y dividido a los líderes demócratas. Cuomo se presenta como independiente, mientras que el republicano Curtis Sliwa se mantiene en un distante tercer puesto en la mayoría de las encuestas.
En California, Newsom está probando su músculo político con la Proposición 50, una medida electoral que suspendería temporalmente la comisión independiente de redistribución de distritos del estado para trazar nuevas líneas congresuales favorables a los demócratas.
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La iniciativa pretende contrarrestar el trazado de mapas dirigido por el Partido Republicano en Texas, que podría dar a los republicanos varios escaños adicionales en la Cámara de Representantes. Newsom y sus aliados han recaudado más de US$120 millones para respaldar la medida, superando en gastos a sus oponentes en una proporción aproximada de tres a uno, según los archivos estatales. Con el lento sistema de recuento del voto por correo de California, los resultados de la votación podrían tardar días si está reñida.
Para ambos partidos, los preparativos para las elecciones legislativas de 2026 tienen que ver tanto con los mensajes como con las matemáticas. Los demócratas, respaldados por el regreso del expresidente Barack Obama a la campaña electoral, están enmarcando las contiendas como un control del poder de Trump y un referéndum sobre la subida de los precios.
El propio Trump ha estado prácticamente invisible en la campaña electoral, con la excepción de sus frecuentes críticas dirigidas a Mamdani, a quien calificó de “comunista” y “un fracaso total”.
Las votaciones se producen mientras Washington sigue paralizado por un cierre del gobierno que ya entra en su sexta semana, a tan solo unas horas del cierre más largo de la historia de Estados Unidos. El intento de Trump de recortar el gasto federal ha dejado sin empleo a cientos de miles de trabajadores y ha ralentizado la publicación de datos económicos, un lastre para el crecimiento que, según los economistas, podría tener repercusiones durante todo el año si continúa el estancamiento.
La alta participación anticipada sugiere un gran interés en estas elecciones de mitad de mandato. Según Associated Press, para el lunes ya se habían emitido más de 1,4 millones de votos en Virginia y 1,3 millones en Nueva Jersey. En la ciudad de Nueva York, la votación anticipada ha superado la de ciclos anteriores, con más de 700.000 votos emitidos antes del día de las elecciones.
Con la colaboración de Alicia Díaz, Skylar Woodhouse, Ted Mann y Eliyahu Kamisher.
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