Bloomberg — Las exportaciones de relojes suizos cayeron por tercer mes consecutivo, ya que los aranceles comerciales del presidente estadounidense Donald Trump siguieron pesando sobre la industria.
Las exportaciones de relojes cayeron un 4,4% en octubre respecto al año anterior, hasta los 2.200 millones de francos suizos (US$2.700 millones), según informó este jueves la Federación de la Industria Relojera Suiza. Las exportaciones a EE.UU. -el mayor mercado- se desplomaron un 47%. China, sin embargo, creció por segundo mes consecutivo, lo que se suma a los recientes indicios de que el declive del lujo puede estar remitiendo.
Los aranceles estadounidenses han sido la narrativa dominante en la industria relojera suiza desde que Trump impuso un gravamen del 39% a las importaciones de Suiza -más alto que el de la Unión Europea y otras economías desarrolladas- que entró en vigor el 7 de agosto.
Los relojeros y otros exportadores suizos recibieron por fin buenas noticias la semana pasada, cuando Estados Unidos dijo que reduciría el arancel al 15%, aunque no hay una fecha concreta para que el nuevo acuerdo entre en vigor. El analista de Citigroup Thomas Chauvet dijo que no espera que las exportaciones a EE.UU. se recuperen hasta que entre en vigor la nueva tarifa.

Muchos fabricantes se habían apresurado a acumular existencias en julio para evitar los nuevos gravámenes, que dejaron a los relojeros controlados por empresas como Richemont, Swatch Group AG y LVMH, así como a independientes como Audemars Piguet, Patek Philippe y Rolex SA, enfrentados a márgenes disminuidos en su mercado clave.
Los fabricantes de relojes, máquinas e instrumentos de precisión se encuentran entre los sectores más afectados por el gravamen del 39%, según el banco central suizo. Pero los últimos datos subrayan cómo el impacto se extendió más allá de ellos, ya que las exportaciones globales de Suiza a EE.UU. también retrocedieron en octubre.
En declaraciones el día en que se anunció la reducción arancelaria, el CEO de Breitling AG, Georges Kern, dijo que acogía con satisfacción el recorte, aunque afirmó que la industria deseaba que se restableciera el gravamen original del 2%. Los relojes fabricados en Suiza no compiten con la producción nacional ni ponen en peligro los puestos de trabajo en EE.UU., añadió.
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“La industria relojera suiza sigue siendo un importante empleador en EE.UU., tanto para los servicios de reparación como para las operaciones al por menor”, dijo en una entrevista.
Entretanto, las exportaciones a China aumentaron un 13%, mientras que Hong Kong y Singapur también crecieron en octubre. Los precios de los relojes de menor valor subieron, aunque esto se vio parcialmente compensado por un fuerte descenso del 7% en los relojes de más de 3.000 francos, según la Federación de la Industria Relojera Suiza.
“Los signos de mejora en China y la continua fortaleza en Medio Oriente contrastan con una Europa resistente -pero apenas dinámica- y la persistente incertidumbre en Estados Unidos”, afirmó Jean-Philippe Bertschy, analista de Vontobel. “Un puñado de marcas emblemáticas enmascaran lo que sigue siendo un telón de fondo muy difícil para el sector relojero suizo en general”.
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