Bloomberg — La administración Trump anuló la directriz implementada por el expresidente Joe Biden que ordenaba a los hospitales estadounidenses proporcionar abortos en casos de emergencia cuando fueran médicamente necesarios para estabilizar a las pacientes.
La directriz se estableció en julio de 2022 en virtud de la Ley de Tratamiento Médico de Emergencia y Trabajo de Parto, pocas semanas después de que la Corte Suprema de Estados Unidos revocara el fallo Roe v. Wade, que protegía el derecho al aborto en todo el país. Se promulgó en el marco de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CDC) después de que mujeres denunciaran haber sido rechazadas en hospitales por presentar complicaciones graves del embarazo, incluyendo sangrado intenso.
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La norma exigía que los hospitales financiados por Medicare proporcionaran un examen de emergencia o un tratamiento estabilizador. La mayoría de los hospitales estadounidenses participan en el programa federal de seguros para personas mayores y discapacitadas.
Los CMS continuarán aplicando la ley, “incluso en casos de emergencias médicas que pongan en grave peligro la salud de una mujer embarazada o de su feto”, declaró la agencia en un comunicado . “Trabajarán para corregir cualquier confusión e inestabilidad legal percibida”, añadió, sin proporcionar más detalles.
La medida llega en un momento en que los estados lidian con cómo manejar el acceso al aborto, un tema controvertido que ha llevado a un mosaico de leyes sobre el aborto en temas que van desde la píldora abortiva mifepristona hasta si los médicos podrían ser procesados penalmente por proporcionar el procedimiento o recetar medicamentos.
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“La decisión de la administración Trump de retirar la guía EMTALA que garantiza atención médica a las personas embarazadas en situaciones de emergencia sembrará confusión para los proveedores y pondrá en peligro la vida y la salud de las personas embarazadas”, dijo Skye Perryman, presidenta y directora ejecutiva de Democracy Forward, en un comunicado.
El año pasado, la Corte Suprema falló por cuestiones de procedimiento a favor de permitir que los abortos de emergencia en Idaho para proteger la salud de la madre continúen, después de que la administración Biden demandara al estado por prohibir el procedimiento.
El Congreso aprobó las leyes EMTALA en 1986 para garantizar atención médica de emergencia a pacientes sin seguro.
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