Bloomberg — El Departamento de Justicia de EE.UU. presentó una denuncia ética contra un juez federal de Washington por hacer comentarios “inapropiados” sobre el presidente Donald Trump este año. La medida ha elevado las tensiones entre los poderes ejecutivo y judicial.
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La denuncia por conducta indebida contra el juez jefe del distrito de EE.UU. James Boasberg fue anunciada por la fiscal general Pamela Bondi en las redes sociales el lunes por la noche.
La denuncia no es pública, pero una copia revisada por Bloomberg News afirma que Boasberg expresó su preocupación en una reunión de jueces, el 11 de marzo, por la posibilidad de que la administración Trump “ignorara las sentencias de los tribunales federales” y provocara “una crisis constitucional”.
“Estos comentarios han socavado la integridad del poder judicial, y no lo vamos a tolerar”, afirmó Bondi en una publicación en X.
Boasberg preside la causa judicial relacionada con la decisión de Trump de enviar a presuntos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua a una prisión en El Salvador. Días después de sus declaraciones en la reunión de marzo, Boasberg ordenó suspender los vuelos fuera del país e investigó si funcionarios de EE.UU. habían desobedecido su fallo y debían ser acusados de desacato. Esa medida está siendo apelada, al igual que una decisión posterior de que los migrantes encarcelados en El Salvador deberían tener la oportunidad de impugnar su expulsión de EE.UU.
Un portavoz del tribunal de Washington se negó a hacer comentarios. Boasberg fue confirmado como juez federal bajo la administración Obama en 2011 y ha sido presidente del tribunal desde 2023.
Crítica a los jueces
Trump ha criticado a menudo a los jueces, incluido Boasberg. En marzo, pidió la destitución de Boasberg por sus fallos en el caso de los venezolanos. En una publicación en las redes sociales, Trump, sin referirse a Boasberg por su nombre, lo calificó de “juez lunático de la izquierda radical, alborotador y agitador”. Horas más tarde, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de EE.UU., John Roberts, emitió una inusual declaración en la que afirmaba que no era “una respuesta adecuada” a un desacuerdo con las decisiones judiciales.
Las denuncias éticas contra jueces federales se envían normalmente al presidente del tribunal de apelación que cubre esa parte del país y pueden ser investigadas por un panel de otros jueces. El proceso no es público, aunque los paneles del comité de ética pueden dar a conocer sus conclusiones.
Según el Departamento de Justicia, los comentarios de Boasberg en marzo intentaban influir “indebidamente” en Roberts y en otros jueces presentes en la reunión de la Conferencia Judicial, el órgano administrativo de los tribunales de EE.UU. El gobierno argumentó que los fallos posteriores de Boasberg contra el gobierno demostraban que “actuaba basándose en su creencia preconcebida” de que los funcionarios no cumplirían las órdenes judiciales.
La denuncia, presentada por el jefe de gabinete de Bondi, Chad Mizelle, acusa a Boasberg de “hacer comentarios públicos inapropiados” sobre Trump, aunque las reuniones de la Conferencia Judicial no son abiertas al público ni a la prensa. Las declaraciones del juez fueron publicadas anteriormente este mes por The Federalist, un medio de comunicación conservador.
El resumen de la reunión del 11 de marzo, disponible públicamente, no incluye ninguna referencia a los comentarios de Boasberg sobre la administración.
El Departamento de Justicia rara vez hace públicas sus quejas sobre jueces, y aún menos presenta denuncias formales por razones éticas. El departamento presentó en febrero una denuncia contra otra jueza federal de Washington en la que criticaba sus comentarios desde el estrado mientras presidía las audiencias en un recurso contra la prohibición de Trump de que las personas transgénero sirvan en el ejército. No se ha hecho ningún anuncio público sobre el estado de esa denuncia.
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