Bloomberg — La inversión de China en el extranjero se disparó durante los primeros meses de la presidencia de Donald Trump, a medida que sus fábricas amplían su huella en el extranjero ante las amenazas de los aranceles estadounidenses.
Las empresas chinas aumentaron sus activos internacionales en unos US$48.000 millones en el primer trimestre, según datos preliminares de la Administración Estatal de Divisas del viernes. Eso supone un aumento del 28% respecto al mismo periodo del año anterior.
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Los datos ofrecen una visión de cómo la China corporativa navegó en las primeras etapas de la guerra arancelaria lanzada por Trump este año. Atrapadas entre una competencia feroz en casa y los crecientes riesgos de un bloqueo comercial, las empresas chinas están aumentando su presencia en el extranjero en un esfuerzo por aliviar las tensiones mediante la creación de puestos de trabajo y oportunidades económicas en los mercados extranjeros.

A su vez, Trump ha intentado utilizar las conversaciones comerciales para presionar a países desde el sudeste asiático hasta Europa para que frenen el comercio con Pekín. Eso podría incluir restricciones a sus inversiones y otros límites destinados a impedir que China exporte su exceso de capacidad industrial.
Mientras tanto, Pekín ha intensificado el escrutinio de las inversiones exteriores de las empresas nacionales después de que las salidas récord de capital presionaran sobre el yuan. También ha tomado medidas para restringir las inversiones de las empresas locales en EE.UU., según informó Bloomberg News el mes pasado.
CK Hutchison Holdings Ltd. muestra lo difícil que puede ser el entorno para las empresas atrapadas entre dos fuegos.
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En marzo, el conglomerado con sede en Hong Kong acordó vender 43 puertos, incluidos dos en Panamá, a un consorcio dirigido por BlackRock Inc. (BLK) por US$19.000 millones en efectivo. El acuerdo provocó la ira de China, que dijo a las empresas estatales que suspendieran cualquier nueva colaboración con negocios vinculados a Li Ka-shing y su familia, según ha informado Bloomberg News.
Los inversores extranjeros canalizaron US$14.700 millones hacia China en el primer trimestre, según mostraron los datos de SAFE, un salto de más del 32% respecto a hace un año. Pekín ha intentado cortejar a las empresas internacionales, y el presidente Xi Jinping prometió en marzo a los líderes empresariales mundiales mejorar el acceso al mercado y abordar sus retos para operar en China.
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