Bloomberg — Tarptent, un vendedor de artículos para actividades al aire libre con sede en California, ofreció a finales del mes pasado un descuento en su sitio web en oposición a los aranceles del presidente Donald Trump. El código de activación de la promoción: “Los aranceles apestan”.
Las ventas repuntaron cerca de un 25% porque los clientes están buscando adelantarse a los aumentos de precios, dijo Henry Shires, CEO de la empresa. La firma produce la mayor parte de su catálogo en China, donde Trump planea imponer aranceles superiores al 100%.
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“Queríamos dejar claro que los precios van a subir, así que esta es su última oportunidad de comprar algo antes de que eso pase”, dijo Shires en una entrevista.
Los aranceles del presidente Donald Trump están generando inquietud entre los consumidores estadounidenses, que están comprando de todo, desde autos hasta aceite de oliva y iPhones. Esta decisión es una buena noticia para las empresas que se apresuran a encontrar la manera de responder a la conmoción causada por la guerra comercial global de Trump.
Antonio Moore, un abogado angelino de 45 años, está comprando desodorante Arm & Hammer y pasta dental Colgate para meses. En redes sociales anima a otros a hacer lo mismo antes de que se les acabe el tiempo.
“La gente considera los aranceles como si se trataran solo de una idea”, dijo Moore en entrevista. “No lo son. Son reales y, si se implementan en su totalidad, tendrán un impacto real”.
Compra de autos
El temor a los aranceles estimuló la compra de automóviles en el primer trimestre. Y las visitas a los concesionarios de automóviles repuntaron en la última semana de marzo, incluyendo ganancias en los minoristas que venden vehículos de Toyota Motor Corp (TM) y Hyundai Motor Co., según datos de tráfico peatonal de Placer.ai.
El fabricante de Jeep, Stellantis NV (STLA), está ofreciendo nuevos descuentos en todas sus marcas, mientras que Hyundai se comprometió a mantener los precios sin cambios hasta principios de junio. Todo esto forma parte de un esfuerzo para disipar los temores de que el gravamen del 25% de Trump provoque un aumento repentino de los precios.
En las tiendas de Apple Inc. (AAPL), los clientes acuden en masa para adquirir teléfonos antes de que se impongan los aranceles a China. Empleados de diferentes sucursales de Apple en todo el país afirmaron que las tiendas se llenaron de clientes el fin de semana pasado.
En marzo, las ventas a través de las tiendas y el sitio web de Apple aumentaron alrededor de un 6%, según Bloomberg Second Measure, que realiza un seguimiento a las compras con tarjeta de débito y crédito. Este fue el mejor desempeño desde noviembre. El crecimiento se debió a un aumento en el valor promedio de las transacciones, lo que indica que los compradores están comprando artículos más caros.
Repunta Best Buy
Un patrón similar se desarrolló en el minorista de productos electrónicos Best Buy Co. (BBY), que vende productos de Apple y Samsung. El mes pasado, las ventas aumentaron aproximadamente un 8%, su mejor desempeño mensual desde 2021, según Bloomberg Second Measure.
No son solo los estadounidenses quienes se abastecen. El martes, en una tienda Apple en el centro de Manhattan, Ámbar de Elía, de Buenos Aires, vio noticias sobre aranceles y decidió que era el mejor momento para darse el lujo de comprar un iPhone.
“Todos están aquí por miedo”, dijo de Elía. “No saben qué va a pasar. Si tenemos la posibilidad de comprar algo más barato, claro que lo haremos”.
Beatrice Ughi, CEO del importador de productos italianos Gustiamo, dijo que los pedidos de clientes en su sitio web, que ofrece artículos como aceite de oliva y alcaparras, aumentaron de US$110 a un promedio de US$160 desde que Trump anunció más aranceles la semana pasada. La actividad también ha aumentado en la tienda de Gustiamo en Amazon, que normalmente recibe pedidos de menor tamaño.
“Es exactamente la misma sensación de pánico por parte del consumidor que tuvimos cuando estalló el covid”, dijo Ughi.
Los consumidores probablemente no verán un cargo arancelario específico. Cuando un comprador pide, por ejemplo, aceite de oliva de Italia o un reloj de Suiza, los aranceles se aplican a los importadores en el momento en que los artículos pasan por la aduana estadounidense.
Esos importadores (vendedores en línea que ofrecen sus productos en Amazon o proveedores que venden productos a Walmart y otros minoristas) están obligados a pagar esos aranceles, pero a menudo trasladan los costos al comprador final.
Aranceles de la UE
Las mercancías de la UE se enfrentan a aranceles del 20%, lo que amenaza el modelo de negocio de Gustiamo de llevar comida italiana a consumidores y restaurantes en EE.UU. Ughi dijo que la mayor parte de su portafolio de 300 artículos no se puede replicar en territorio estadounidense. Por ejemplo, un frasco de US$37.50 de miel amarga de Cerdeña o los tomates Piennolo en conserva, que según el sitio web de Gustiamo crecen en el Parque Nacional del Vesubio y se vende por US$13.50 dólares.
Ughi dijo que sus proveedores, muchos de los cuales tienen pequeñas operaciones, no cuentan con los márgenes de ganancia necesarios para cubrir los aranceles, y Gustiamo tampoco. Espera que los gravámenes se reduzcan o moderen. De lo contrario, su negocio tendrá que subir los precios.
“No tenemos margen para absorber nada de esto”, dijo Ughi. “Así que esperamos que los chefs y el público en general sigan apoyándonos”.
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A algunos dueños de negocios les gustaría acumular existencias, pero no pueden permitírselo. Tomemos el ejemplo de Dominick Purnomo, propietario de varios restaurantes en el norte del estado de Nueva York, desde una brasserie hasta un bar en la azotea. Sus restaurantes importan todo tipo de productos de la UE.
“Me encantaría comprar 50 cajas de Pinot Grigio, pero no puedo desembolsar US$10.000 ahora mismo”, dijo. “No estamos en modo de crecimiento. Estamos a la expectativa. No miramos más allá de los próximos 90 días”.
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