Bloomberg — El líder sindical californiano David Huerta ha sido acusado de un delito federal grave, acusado de interferir con la aplicación de la ley tras unirse a una protesta contra las operaciones de detención de inmigrantes en Los Ángeles que desencadenó días de disturbios.
Huerta dirige el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), United Service Workers West, que representa a más de 45.000 trabajadores, entre ellos conserjes, agentes de seguridad y personal de aeropuertos. También es presidente de la sección californiana del SEIU.
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Fue detenido el viernes al estallar una protesta durante el inicio de una serie de operaciones de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en el centro de Los Ángeles y sus alrededores. El lunes, los fiscales federales le acusaron de un único cargo de conspiración para interferir con un agente, un delito punible con hasta seis años de cárcel. Fue puesto en libertad bajo fianza de US$50.000, informó Associated Press.
Según un documento de acusación, las autoridades de inmigración estadounidenses estaban cumpliendo cuatro órdenes de registro criminal en negocios sospechosos de emplear a inmigrantes sin permiso para trabajar y de falsificar registros de empleo, cuando Huerta y otros intentaron bloquear los vehículos de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades estadounidenses alegan que Huerta se coordinó con otros manifestantes y gritó repetidamente improperios a los oficiales y agentes. En un momento dado, se sentó con las piernas cruzadas frente a la verja gritando “sentaos todos, sentaos” antes de pedir más tarde a los manifestantes que “detuvieran los vehículos”, según la denuncia.
El SEIU dijo que “Huerta fue agredido, herido y detenido mientras defendía a los trabajadores inmigrantes”. El sindicato dijo que fue llevado al hospital el viernes y luego trasladado a detención federal.
El SEIU ha denunciado la detención de Huerta y se está llevando a cabo una protesta en Los Ángeles. El sindicato dijo que también se están organizando manifestaciones en más de una docena de ciudades de todo el país, entre ellas San Francisco, Chicago, Washington y Nueva York.
Huerta es un líder laboral muy conocido en el estado y su trabajo fue elogiado por la administración Obama. Funcionarios demócratas, entre ellos el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, y los senadores por California Adam Schiff y Alex Padilla, han exigido una respuesta de la administración Trump a las preguntas sobre la detención de Huerta.
La representante estadounidense Maxine Waters, demócrata por California, dijo que intentó visitar a Huerta el domingo y que se le negó la entrada. Un video captado por CNN mostraba cómo le cerraban la puerta en las narices.
Los sindicatos nacionales que representan a millones de trabajadores también se están uniendo en apoyo de Huerta.
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El sindicato International Longshore and Warehouse Union, que representa a 44.000 trabajadores de toda la costa oeste, pidió su liberación y “el fin de las destructivas redadas del ICE”. La AFL-CIO, cuyos afiliados representan a casi 15 millones de trabajadores, también pidió la liberación de Huerta.
Los funcionarios del ICE y el Departamento de Seguridad Nacional han amenazado repetidamente con detener a cualquiera que crean que interfiere con la aplicación de las leyes de inmigración. En múltiples mensajes en las redes sociales, la agencia ha publicado repetidamente advertencias de “pensar antes de reaccionar” y ha aconsejado que “los ánimos pueden encenderse, pero la violencia tiene consecuencias.”
Con la colaboración de Josh Eidelson.
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