Bloomberg — Elon Musk visitó el viernes el Pentágono para mantener una conversación sobre reducción de costes e innovación, pero el presidente Donald Trump negó que hubiera planes para que recibiera una sesión informativa de alto secreto sobre China, como habían afirmado las noticias.
Musk se reunió con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien le acompañó a la salida del edificio tras el encuentro. Hegseth ha sido uno de los defensores más acérrimos del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk, jactándose de los cientos de millones de dólares en recortes de gastos realizados en colaboración con el personal del DOGE.
“Si hay algo que pueda hacer para ser útil, me gustaría que tuviéramos un buen resultado aquí”, dijo Musk a Hegseth al marcharse. En una reunión posterior en el Despacho Oval junto a Trump, Hegseth dijo que había recibido a Musk “para hablar de DOGE, para hablar de eficiencias, para hablar de innovaciones”.
Musk ha hecho varias paradas de este tipo en agencias gubernamentales en su papel de jefe de DOGE. Pero la visita al Pentágono desató la polémica antes de empezar, después de que el New York Times informara el jueves por la noche de que Musk iba a recibir una sesión informativa de alto secreto sobre la planificación del ejército estadounidense para una posible guerra con China.
El Times, que citó a varios funcionarios estadounidenses no identificados familiarizados con los planes, dijo que Musk vería los detalles de los planes estadounidenses en una presentación dirigida por Hegseth y otros altos mandos militares estadounidenses. Cualquier sesión informativa de este tipo expondría algunas de las ideas estratégicas mejor guardadas del Pentágono a un multimillonario con amplios vínculos comerciales en China.
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Las opiniones de Musk sobre China también han provocado inquietud. Ha calificado a Taiwán de “parte integrante de China” y en una ocasión sugirió que la isla autogobernada se convirtiera en una zona administrativa del país.
Tanto Trump como Hegseth negaron que hubiera planes para que Musk recibiera ese tipo de sesiones informativas de alto nivel. En el Despacho Oval el viernes, Trump reconoció el conflicto potencial de Musk cuando explicó por qué nunca le daría tal sesión informativa.
“No quiero mostrárselo a nadie, pero ciertamente no se lo mostraría a un hombre de negocios que nos está ayudando tanto”, dijo Trump. “Ciertamente no querría - ya sabe, Elon tiene negocios en China, y él sería susceptible, quizás, a eso, pero era una historia tan falsa”.
En una publicación anterior en las redes sociales, Trump dijo que “China ni siquiera será mencionada o discutida” en la reunión de Hegseth con Musk. Tanto el Wall Street Journal como el Washington Post informaron más tarde de que China había estado entre los temas de los que hablaron los dos hombres.
Musk es uno de los asesores más cercanos de Trump, un patrocinador multimillonario que gastó decenas de millones de dólares para que volviera a ser elegido presidente. Además de su papel al frente de DOGE, las empresas de Musk poseen en conjunto miles de millones en lucrativos contratos federales, incluso con el Pentágono.
La reunión de Musk con el Pentágono se produjo horas antes de que Trump anunciara en el Despacho Oval que Boeing Co. (BA) había ganado el concurso para construir el avión de combate de nueva generación de EE.UU., bautizado como F-47. Musk ha criticado públicamente los aviones de combate furtivos estadounidenses, afirmando que ya no hay necesidad de aviones de combate tripulados dados los avances en la tecnología de los drones.
Con la colaboración de Skylar Woodhouse, Courtney McBride y Tony Capaccio.
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