Bloomberg — El firme control de Donald Trump sobre Washington mostró signos de debilitamiento el martes, cuando el Congreso votó para obligar al Departamento de Justicia a divulgar sus archivos sobre el traficante sexual Jeffrey Epstein, cuyos vínculos anteriores con el presidente han sido objeto de un intenso escrutinio.
La legislación fue aprobada abrumadoramente en la Cámara de Representantes con una votación de 427 a 1. En cuestión de horas, el Senado acordó por unanimidad que el proyecto de ley se aprobaría sin más acciones una vez que llegara al Senado. Luego se enviará a Trump, quien ha dicho que lo firmará
El domingo por la noche, Trump cedió en su oposición anterior y ordenó a los republicanos que votaran a favor de la publicación de los archivos. Los senadores republicanos ignoraron los llamados del presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, para dar al Departamento de Justicia mayor margen de maniobra para retener documentos.
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Las votaciones marcan el último revés político para Trump, cuyo partido sufrió derrotas electorales a principios de este mes. También ha tenido dificultades para recuperar el control del discurso sobre la economía estadounidense, con la preocupación por el costo de vida como tema principal en las elecciones de mitad de mandato del próximo año.
La última encuesta de CNN/SSRS indicó que el 37% de los estadounidenses aprobaba a Trump, una calificación que dificulta que muchos republicanos en funciones se postulen el próximo año con base en el historial del presidente y corre el riesgo de crear fisuras dentro del partido.
Un grupo de republicanos disidentes se unieron a los demócratas para sortear a los líderes republicanos en el caso de Epstein. Finalmente, doblegaron a Trump a su voluntad en lugar de acceder a sus demandas de que abandonaran el asunto.
“No tenemos nada que ocultar y es hora de seguir adelante”, publicó Trump en las redes sociales el domingo por la noche, después de que se programara la votación con suficiente respaldo republicano para que la resolución tuviera éxito.
Aun así, la representante republicana Marjorie Taylor Greene, aliada de Trump desde hace mucho tiempo hasta que él rompió con ella mientras hacía campaña por la publicación de los archivos, criticó duramente al presidente por su prolongada resistencia a divulgar la información recopilada en la investigación.
“Ver que esto se ha convertido en una pelea ha destrozado a MAGA”, dijo Greene en una conferencia de prensa en las escaleras del Capitolio, rodeada de sobrevivientes de la red de tráfico sexual de Epstein que ofrecieron relatos dramáticos del abuso que sufrieron cuando eran adolescentes
“Les diré ahora mismo que esto ha sido una de las cosas más destructivas para MAGA”, agregó Greene, “ver al hombre al que apoyamos desde el principio, durante tres elecciones, a la gente que estuvo de pie durante horas, durmió en sus autos para ir a mítines, ha luchado por la verdad y la transparencia”.
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Solo cuatro de cada diez republicanos aprobaron el manejo de Trump de los archivos de Epstein en una encuesta de Reuters/Ipsos de octubre. Quizás aún más revelador para el Partido Republicano es que los independientes lo desaprobaron por un margen de casi seis a uno.
Trump tiene el poder de ordenar la publicación de los archivos de Epstein sin una ley del Congreso, pero hasta ahora no lo ha hecho.
El representante Clay Higgins de Luisiana fue el único voto en contra del proyecto de ley, citando preocupaciones de que podría dañar la reputación de los testigos y otras personas nombradas en los archivos de investigación.
Las revelaciones “resultarán absolutamente en que personas inocentes resulten perjudicadas”, dijo en una publicación en redes sociales.
La legislación exige la publicación de todos los archivos y registros, incluidas las investigaciones, los registros de vuelo, los registros de viaje, los acuerdos de inmunidad, las comunicaciones internas del Departamento de Justicia y todos los registros relacionados con la muerte de Epstein en prisión en 2019
Trump podría retrasar la publicación de archivos clave incluso si la medida se convierte en ley. El viernes, Trump ordenó al Departamento de Justicia que investigara los posibles vínculos de Epstein con demócratas destacados, y la investigación en curso podría impedir la publicación de archivos relacionados, dijo el domingo en el programa “This Week” de ABC el representante republicano Thomas Massie de Kentucky, quien ayudó a impulsar la legislación.
Después de la votación, Massie dijo que Trump fue inteligente al “adelantarse al desfile”.
Trump, quien ha dicho repetidamente que cortó lazos con Epstein hace casi dos décadas y que no estaba al tanto de las actividades del fallecido financiero, la semana pasada rechazó a los republicanos que apoyaban una petición de destitución para forzar la votación en la Cámara de Representantes.
Convocó a una de las firmantes republicanas, Lauren Boebert, a la Sala de Situación de la Casa Blanca para que sus asesores pudieran presionarla para que retirara su nombre de la petición.
El asunto Epstein también ha disminuido la capacidad de Trump para controlar el ciclo de noticias. Un comité del Congreso publicó el miércoles unas 20.000 páginas de documentos, desviando la atención del cierre del gobierno en curso y obligando a la Casa Blanca a responder. Una selección de correos electrónicos destacados por los demócratas sugirió que el presidente estaba al tanto de las actividades de Epstein.
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“Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump”, escribió Epstein en un correo electrónico de 2011, sin especificar si se refería al futuro presidente. Continuó diciendo que una víctima había “pasado horas en mi casa con él” y que “nunca se le ha mencionado”, nuevamente sin identificar directamente a quién se refería.
Ese correo electrónico fue enviado a Ghislaine Maxwell, una asociada de Epstein, quien fue condenada y está cumpliendo una sentencia de 20 años de prisión por su papel en ayudarlo con el abuso sexual de mujeres menores de edad.
“Cuando se habla del engaño de Epstein, lo que sucede es que no se habla de lo bien que lo hemos hecho”, dijo Trump a los periodistas a bordo del Air Force One la semana pasada. “Quieren hacer perder el tiempo a la gente, y a algunos de los republicanos más tontos les gusta eso”.
Pero ante la perspectiva de una votación desproporcionada en su contra, Trump cedió durante el fin de semana y exigió que los republicanos “VOLVIERAN AL PUNTO”.
El manejo de la investigación por parte de Trump —desde afirmar que no estaba en los archivos en absoluto, hasta hacer que su fiscal general adjunto entrevistara a Maxwell, quien luego fue trasladada a un alojamiento más cómodo, hasta ordenar una investigación sobre los demócratas— no ha hecho más que exacerbar las tensiones dentro del partido.
También fracturó la relación de Trump con los medios conservadores. Demandó a Rupert Murdoch y al Wall Street Journal por su cobertura de Epstein y la publicación de una ilustración del infame libro de cumpleaños de Epstein, algo que él había negado que existiera. Los podcasters de derecha Tucker Carlson y Candace Owens han criticado su enfoque
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes está llevando a cabo su propia investigación sobre Epstein y el martes citó a JPMorgan Chase & Co. (JPM) y Deutsche Bank AG (DB) para que entreguen los registros financieros de Epstein.
Esta historia fue actualizada con más información a las 18:07 ET en todo el texto.
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